La CUP acusa a Junqueras de querer provocar nuevas elecciones pero culpando a los anticapitalistas
A la situación creada por el 'empate técnico' en la asamblea de la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) el pasado domingo día 27, se suma la expectativa generada para este domingo, cuando la formación radical reúna a su dirección y decida finalmente si da luz verde a la investidura de Artur Mas o la rechaza. En este último supuesto, se tendrían que convocar nuevas elecciones para principios de marzo. Serían los cuartos comicios autonómicos en cinco años.
A la situación creada por el 'empate técnico' en la asamblea de la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP) el pasado domingo día 27, se suma la expectativa generada para este domingo, cuando la formación radical reúna a su dirección y decida finalmente si da luz verde a la investidura de Artur Mas o la rechaza. En este último supuesto, se tendrían que convocar nuevas elecciones para principios de marzo. Serían los cuartos comicios autonómicos en cinco años.
Una fuente cercana a la dirección de la CUP explica a El Confidencial que “contrariamente a lo que pueda parecer, nosotros no seremos los más beneficiados con la convocatoria de elecciones adelantadas”.
“¿Por qué te crees que ERC y Oriol Junqueras han blindado a Artur Mas como el candidato, sabiendo que la CUP lo rechaza? Porque Junqueras espera estirar tanto la cuerda que nosotros tengamos que decir que no y provoquemos nuevas elecciones. Así, quedaríamos como los malos de la película y ERC como el aliado fiel a sus pactos. Pero quien más ganaría sería Junqueras, que va directo a ganar las elecciones de marzo”.
La CUP se ha mantenido reacia a apoyar la investidura de Mas debido a su vinculación con Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), partido que mantiene abiertos seis procedimientos judiciales por corrupción. El núcleo duro insiste todavía en no investir a ningún dirigente de Convergència, aunque otros sectores de la formación radical son partidarios de permitir la investidura para no hacer descarrilar el proceso de independencia.
De ahí que en los círculos internos de la CUP se critique el hecho de que Artur Mas haya vinculado el proceso a su persona y se presente como un mártir y víctima de la situación.
Para los radicales, “la estrategia de Esquerra es diabólica: es provocar elecciones adelantadas pero que parezca que el culpable es la CUP”. “Esa estrategia parte de la base de que tienen un pacto de legislatura, de que Mas es su candidato y de que la alternativa son unas nuevas elecciones”, añaden las fuentes.
Desde las filas de ERC, se niega este hecho. “Hay unos pactos que hemos firmado y los hemos mantenido”, afirman. Sin embargo, en el acuerdo oficial no consta en ningún lado que se tuviese que blindar a Artur Mas como candidato. “No se plasmó en el papel, pero se oficializó incluso en rueda de prensa”, dicen las fuentes.
Otras fuentes republicanas consultadas señalan que Junqueras ha dejado la alcaldía de Sant Vicenç dels Horts para dedicarse con mayor ahínco a la labor política “nacional”. Su intención es dedicarse de lleno a controlar el área económica del nuevo Gobierno catalán que encabece Artur Mas, “porque está convencido de que la CUP dará luz verde a la investidura este domingo”.
En caso de que no sea así, el plan B es prepararse para las elecciones de marzo. Esquerra espera vencer de calle en los comicios, incluso a una distancia importante de Convergència, rozando los 40 escaños. Sería un hito histórico que, por primera vez desde el inicio de la Transición, una fuerza independentista ganase las elecciones autonómicas. Y en ese caso, Junqueras sería el probable nuevo ‘president’.
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