Mayo es en México un mes de múltiples celebraciones, desde el primero que rememora la lucha laboral, pasando por el día el cinco que a pesar del analfabetismo funcional algunos recuerdan, como la fecha que en Puebla derrotamos al ejército francés; luego el 10 que se festeja a las madres –justo a dos día del natalicio de Miguel Hidalgo- para terminar el 23 con la jornada del estudiante. Dejo al final el quince en el cual por años se ha honrado a los profesores, aunque es pertinente recordar que justo un 15 de mayo pero de 1867, concluyó el sitio de Querétaro[1] a donde Maximiliano de Habsburgo, extranjero convencido por mexicanos conservadores de “restaurar el segundo imperio mexicano” se refugió para defenderse del embate de las fuerzas republicanas.
Diversos escritos referidos a este momento histórico de Querétaro, han recopilado opiniones como: la crisis financiera nos afecta a todos; los bandoleros no dan tregua a la gente decente, los ricos se han quedado con propiedades históricas como la casa de los corregidores; no son suficientes las comunicaciones; estamos aislados etc. Urgía orden, unificación, reconstrucción y organización en una ciudad y un estado donde el acueducto había sido atacado con la consecuente falta de agua, las edificaciones vandalizadas y mucha gente ultrajada; por ello, Benito Juárez decidió nombrar a Julio María Cervantes -quien a las ordenes de Mariano Escobedo había sido un factor importante de negociación para el fin de la guerra- gobernador.
Cervantes caminó con la fuerza de la ley en una mano y con la visión social en la otra; mientras acababa con bandoleros para apaciguar la Sierra[2], construía escuelas en los municipios, recuperaba de Cayetano Rubio [3] la casa donde se fraguó parte importante de la independencia, hoy Palacio de Gobierno. Por supuesto los afectados en sus intereses buscaron siempre la manera de hacerle fracasar, imperfección del ser humano que por igual se dio entre los fariseos -hasta lograr crucificar a Cristo- que en Brasil, donde los corruptos desean seguir impunes y lejos del alcance de la justicia ante la cual Dilma denunció, sus tropelías. ¿Por qué hoy ante la crisis son muy pocos los -que como aquel gobernador de Querétaro- se atreven a convocar a los sectores económicos más importantes, reorganizar el Poder Judicial e integrar una comisión de educación[4], otra de beneficencia, un consejo de salubridad y la Sociedad de Socorros Mutuos como lo hizo Cervantes?
Julio María Cervantes eminente liberal -a cuya memoria sus descendientes lograron que una calle lleve su nombre- entendió el valor de la información; a su actuar responsable se debe la creación del periódico “La sombra de Arteaga, así como la organización de elecciones libres que cambiaron su situación de gobernador designado por gobernador electo.
“Las condiciones del país son distintas en muchos aspectos y lamentablemente sin avances en otros tantos. Hoy, al igual que entonces, México lucha por su soberanía, hoy, a diferencia de antes, la contienda no se da con las armas ni por el territorio, sino en las computadoras, en los lobees financieros mundiales, en los medios de comunicación que por obra de la tecnología a veces nos enseñan violencia, primacía de los valores materiales sobre los humanísticos y anhelo por culturas ajenas”.
Hoy, la condición humana no ha cambiado en mucho. Sigue habiendo pobres y marginados, siguen existiendo la mezquindad y la mediocridad; y también, para fortuna de la raza humana, siguen luchando personas que entienden que la única trascendencia que podemos lograr se da en la oportunidad de servir a otros.
Lamentablemente, las oportunidades de servir se minimizan cuando los bienes construidos para beneficio de los menos favorecidos son robados, vandalizados, y en el mejor de los casos ignorados o desprovistos de todo interés por parte de quienes si tienen la obligación de escuchar al pueblo y garantizarle todos sus derechos.
A siglo y medio de distancia Querétaro, sucumbe frente a los ladrones, asesinos y secuestradores, en la misma calle que lleva el nombre de Julio María Cervantes, camino construido por sus descendientes que abrieron brecha, introdujeron el servicio eléctrico, edificaron una instalación de salud y nunca imaginaron que dicha vía de progreso sería invadida por negocios informales, que no pagan impuestos, son patrocinados por empresas a las cuales les importa poco la salud de la población y de donde surgen los halcones que informan a los criminales organizados cuando y donde deben dar un golpe. Cuando falta la visión social y abundan los intereses de grupo, la sociedad sufre, no solo por un pariente desaparecido o la mutilación de una parte de nuestro cuerpo, sino sobre todo por la cancelación del horizonte en contra de aquellos que aun conservamos la esperanza y que no deseamos trocarla por desconfianza y desaliento perpetuo.
[1]Fundó 2 escuelas en Huimilpan, 3 en Bernal, Cadereyta y Villa del Pueblito y la Escuela de Artes y Oficios en la capital.
[2] Durante casi cien días hubo combates en Querétaro, defendiendo al emperador: Miguel Miramón, Tomás Mejía y Leonardo Marques; mientras que en otras partes del país los partidarios de Maximiliano eran derrotados. Agotadas las posibilidades de resistencia el emperador entregó Querétaro a los jefes republicanos el 15 de mayo.
[3] El general Rafael Olvera se pertrechó en la Sierra y nunca dejo de conspirar para derrotar a Cervantes, al mismo tiempo que con el Coronel Benito Santos Zenea, prefecto de la ciudad, se dedico a la reconstrucción.
[4] “La hacienda estaba en bancarrota, la ciudad destruida, el acueducto averiado, la educación suspendida, el ejercicio jurisdiccional en receso, el Palacio de Gobierno -cedido por Maximiliano al clero- en manos de un acaudalado empresario y el Estado lleno de salteadores y delincuentes” discursos de una servidora con motivo del cuarto aniversario del Instituto para la Atención Integral del niño quemado y de la firma de convenio con la secretaria de salud en el año 2000.
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