Así era el 'coche huevo' que enamoró a George Clooney y que fracasó estrepitosamente

El Tango T600 es un diminuto coche eléctrico diseñado, desarrollado y fabricado a mano por la start-up Commuter Cars
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Los coches modernos destacan por sus altos niveles de seguridad, incorporando cada vez más asistentes y ayudas para reducir al mínimo los riesgos al volante. En este ámbito, algunas marcas se destacan más que otras.

Sin embargo, probablemente Commuter Cars no sea la primera que venga a la mente. Esta empresa se veneró de haber producido "el vehículo más seguro del mundo" en sus líneas de producción. Pero este mismo vehículo también se considera uno de los mayores fracasos de la historia del motor.

El Tango T600 es un diminuto coche eléctrico diseñado, desarrollado y fabricado a mano por la start-up Commuter Cars a mediados de los 2000, con espacio para que tan solo quepan dos personas en el interior.

En las poco más de dos décadas de historia de la compañía, solo se fabricaron doce unidades. A pesar de ser promocionado como “el coche más seguro del mundo” y de que la primera unidad fuera adquirida por George Clooney, el Tango T600 nunca logró despegar. Ni siquiera su aparición en uno de los primeros capítulos de la serie de HBO Silicon Valley logró impulsar sus ventas.

El fracaso del Tango T600 puede atribuirse principalmente a su exorbitante precio. En aquel entonces, producirlo costaba 420.000 dólares, y su precio de venta era de 120.000 dólares. Esta cifra era astronómica para un vehículo que tiene el tamaño de una moto: mide un metro de ancho y 2,5 metros de largo, permitiendo que dos Tango T600 pudieran circular juntos en un mismo carril.

Equipado con dos motores eléctricos que generaban hasta 810 CV, podía acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, alcanzar una velocidad máxima de 283 km/h y recorrer 130 kilómetros con una sola carga.

En términos de seguridad, el Tango T600 incluía algunas características innovadoras. La batería del vehículo, que pesa 997 kilos, estaba situada en el suelo, lo que hacía prácticamente imposible que volcara.

Commuter Cars afirmaba que el Tango T600 tenía una calificación de cinco estrellas en el umbral de vuelco, comparable a la de un Porsche 911. Además, incorporaba una jaula antivuelco diseñada según las normas de NASCAR de la época y asientos Sparco con arneses multipunto.

No obstante, el Tango T600 nunca fue evaluado por las dos principales agencias de seguridad de Estados Unidos, el IIHS y la NHTSA. Dada la pequeña escala de Commuter Cars, es comprensible que no hubiera sido posible realizar estas evaluaciones.

Sin las calificaciones oficiales de estas agencias, las afirmaciones sobre la seguridad del Tango T600 no pudieron ser verificadas de manera independiente, lo que contribuyó a su falta de aceptación en el mercado.

Por lo tanto, a pesar de sus innovaciones y altos estándares de seguridad, el Tango T600 de Commuter Cars quedó en la historia como un ambicioso pero fallido experimento en la industria automotriz.

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