Albares: “Gaza se está convirtiendo en un cementerio inmenso” y pide suspender el acuerdo UE-Israel
Sobre lenguas cooficiales en la UE: "Es un combate que nunca abandonaré y que tarde o temprano se logrará"
En una declaración de alto impacto internacional, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, ha afirmado este domingo que la guerra en Gaza “ya no tiene otro objetivo sino convertirla en un cementerio inmenso”, reclamando a su vez la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes en manos de Hamás. Sus palabras, recogidas en una entrevista al diario Ara y difundidas por Europa Press, consolidan una de las posiciones diplomáticas más firmes dentro de la Unión Europea respecto al conflicto en Oriente Próximo.
Llamada a la acción internacional: suspensión del acuerdo UE-Israel
Albares ha confirmado que España ha solicitado formalmente la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, invocando el artículo 2 del tratado, que establece como condición el respeto a los derechos humanos. Esta solicitud se basa en lo que ha calificado como “violaciones flagrantes”, actualmente bajo investigación del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), tras la demanda presentada por Sudáfrica por presunto genocidio en Gaza. España se ha adherido a esta demanda, un gesto diplomático sin precedentes en el seno de la UE.
“La revisión, que el alto representante [Josep Borrell] ya tiene en marcha, la pedíamos desde hace un año, pero también solicitamos la suspensión”, ha subrayado el ministro.
Albares ha insistido en que la postura de España no es contra el Estado de Israel, sino a favor de una solución negociada que garantice la paz, basada en la existencia de dos Estados. “La existencia del Estado de Israel con total seguridad forma parte de esa solución”, ha precisado.
Gaza, Cisjordania y un Estado palestino viable
El jefe de la diplomacia española ha esbozado la visión del Gobierno sobre la futura configuración del Estado palestino: debe incluir Gaza y Cisjordania unidas territorialmente por un corredor, bajo una única autoridad palestina reconocida, con salida al mar para Gaza y con Jerusalén Este como capital. Esta propuesta, alineada con resoluciones internacionales previas, se presenta como un camino viable hacia una paz sostenible en la región.
Diplomacia de continuidad: mantener embajadas, incluso en tiempos de guerra
Albares también ha defendido mantener la embajadora española en Israel, argumentando que el contacto diplomático es imprescindible: “Israel forma parte de la solución de los dos Estados”, ha afirmado. El ministro ha recordado que ni siquiera los países árabes más implicados en la causa palestina han retirado sus embajadores.
Ha comparado esta decisión con la situación en Rusia: “Lo hago por los mismos motivos que mantengo la embajada en Moscú. Un día deberemos encontrar un modus vivendi con Rusia”.
Lenguas cooficiales en Europa: una batalla por la pluralidad cultural
El titular de Exteriores ha abordado también la cuestión de la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE. Según ha indicado, España mantiene conversaciones con los siete países que aún no han respaldado la propuesta en el Consejo, a los que se les exige ahora “concreción”.
Albares ha sido tajante al afirmar que “el catalán será lengua oficial de la Unión Europea” y que es una batalla institucional que no abandonará. Ha criticado duramente la actitud del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, por no apoyar plenamente esta iniciativa:
“Me parece inconcebible que una persona como el señor Feijóo vaya en contra del gallego. No puedo concebir que un gallego vaya en contra del gallego”, ha dicho.
España como actor internacional con voz propia
Las declaraciones de Albares consolidan a España como una de las voces más firmes y proactivas de la UE en asuntos de derechos humanos y justicia internacional. El giro diplomático que propone –suspensión de acuerdos con Israel, defensa explícita de un Estado palestino con garantías, y fortalecimiento del multilingüismo europeo– sitúa al Gobierno español en el centro del debate geopolítico global.
Si la UE responde a esta llamada, se abre una nueva etapa en la relación con Oriente Próximo. Si no, será una nueva prueba de los límites de su coherencia política frente a crisis de dimensión histórica.
Escribe tu comentario