Catalunya dispara su apuesta por baterías: 103 proyectos que cambiarán para siempre el futuro energético
La transición energética requiere de las baterías, según expertos
Catalunya se encuentra en pleno proceso de tramitación de 103 proyectos de almacenamiento de energía mediante baterías, una infraestructura clave para avanzar en la transición hacia un modelo energético sostenible. Según datos de la Generalitat facilitados a Europa Press, 97 de estos proyectos están bajo competencia autonómica, mientras que los seis restantes dependen del Estado.
La directora general de Energía de la Generalitat, Marta Morera, ha destacado que estas instalaciones son “relativamente sencillas” y ocupan poco espacio, ya que agrupan diferentes baterías en un mismo contenedor. Estas baterías permiten almacenar la energía renovable sobrante, no utilizada en momentos de baja demanda, para ser inyectada posteriormente cuando sea necesario, contribuyendo así a la estabilidad del sistema eléctrico.
Distribución geográfica y potencia instalada
La mayoría de los proyectos están concentrados en la provincia de Barcelona, que alberga el 73,8% del total, con 76 iniciativas en trámite. Tarragona cuenta con 16 proyectos, Girona con nueve y Lleida con dos. En términos de potencia, los proyectos gestionados por la Generalitat suman 977,2 megavatios (MW), y los seis proyectos estatales agregan 553,08 MW, alcanzando en conjunto una potencia total de 1.530,28 MW. Esta capacidad es equiparable a la de una planta solar o un parque eólico de gran escala, subrayando la relevancia de estas infraestructuras para el sistema energético catalán.
Opinión de expertos y marco normativo
Lluc Canals, director del Centre Específic de Recerca en Hidrogen de la Universitat Politècnica de Catalunya, ha enfatizado que las baterías solo tienen sentido dentro de un contexto de transición energética real. “Las baterías tienen sentido en un contexto de transición energética; si no, no”, afirmó. En línea con esta visión, la Generalitat aprobó hace menos de un mes un decreto ley que regula e incentiva el almacenamiento energético con baterías, proporcionando un marco normativo más claro para el sector y promoviendo una ocupación racional del territorio. Este decreto también busca fortalecer la “resiliencia” del suministro eléctrico, especialmente tras el apagón que afectó a buena parte del país el 28 de abril.
Un modelo energético más participativo y los retos económicos
Desde el sector privado, Franc Comino, director general de Sonnen Ibérica, ha valorado positivamente el decreto, aunque lamenta la baja implantación actual de baterías en Catalunya. Comino considera que la normativa abre la puerta a un modelo energético más participativo, donde familias y empresas puedan aportar potencia y ofrecer servicios al sistema eléctrico para evitar colapsos en la red.
No obstante, existen desafíos importantes. Canals ha señalado que las baterías se fabrican principalmente fuera de Europa y que su coste sigue siendo elevado. Estima que una familia debería invertir unos 3.000 euros para almacenar la energía necesaria para un piso, lo que limita la adopción masiva sin apoyo público o fórmulas de consumo compartido.
Perspectivas
Los más de 1.500 MW de capacidad en proyectos de almacenamiento que se están tramitando en Catalunya constituyen una infraestructura estratégica para avanzar en la descarbonización del sistema eléctrico, mejorar la seguridad del suministro y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Sin embargo, estos proyectos también plantean retos económicos y tecnológicos que deberán ser gestionados para garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible. La consolidación del almacenamiento energético será, sin duda, un pilar fundamental en la construcción de un sistema eléctrico más resiliente, eficiente y democrático.
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