Una operación de gran envergadura de los Mossos d'Esquadra ha permitido desarticular en el barrio del Raval de Barcelona una compleja red criminal dedicada a la receptación de teléfonos móviles robados y a la estafa de sus víctimas. Un dispositivo policial llevó a la detención de 20 personas implicadas en la compra de hasta 1.022 terminales y en un sofisticado esquema de estafa mediante mensajes falsos. Según explicó en rueda de prensa el inspector jefe de la Divisió d'Investigació Criminal (DIC) en Barcelona, Lisard Hidalgo, esta acción se enmarca dentro del Pla Kanpai, una estrategia para combatir la multirreincidencia, y representa el "golpe con más alcance" registrado en Catalunya en materia de receptación de móviles.
Denuncias de ciudadanos
La investigación, que se inició durante el primer trimestre de 2024, surgió a partir de denuncias de ciudadanos que detectaron la geolocalización de sus dispositivos en diversos edificios del Raval. Estos puntos contaban con personas encargadas de controlar el acceso desde la calle para alertar de la presencia policial. En total, se llevaron a cabo 11 entradas y registros en domicilios y establecimientos comerciales, incautándose 74 ordenadores, 32 tabletas y 43.000 euros en efectivo. El valor de los teléfonos recuperados en el mercado ilícito asciende a más de 400.000 euros. De los 20 detenidos, cuatro han ingresado en prisión preventiva, y los investigadores señalaron que ya eran "conocidos" por la policía catalana por acumular delitos relacionados con la receptación de móviles. Además, la operación ha revelado una conexión con Sabadell. Se ha detenido a tres personas más en Sabadell (Barcelona) por ofrecer el "software" ilegal que permitía a la banda del Raval llevar a cabo las estafas. Estas estafas, que se estima que han alcanzado los 25.000 euros, se realizaban a través de compras en comercios cercanos a los domicilios de acumulación de móviles, cuyos propietarios actuaban en connivencia.
Del robo a la estafa y reventa global
Una vez comprados los móviles robados, algunos dispositivos eran recubiertos con papel de plata para inhibir su geolocalización. Hasta la fecha, los Mossos han logrado devolver 45 móviles a sus propietarios. La banda enviaba mensajes falsos, un mecanismo conocido como 'phishing', a la persona de contacto de la víctima del robo. Estas comunicaciones ofrecían supuestas instrucciones para recuperar el móvil, pero su verdadero objetivo era obtener las credenciales bancarias de las víctimas. Tras la receptación, el objetivo final era "dar salida" a los móviles. Si los dispositivos no estaban bloqueados, se intentaban enviar por carretera a Marruecos. Si estaban bloqueados, se enviaban a China mediante paquetería para ser reacondicionados y reintroducidos en el mercado.
Un problema de alcance internacional
De los más de 1.000 móviles recuperados, los Mossos tenían constancia de 171 denuncias, la mayoría procedentes de Barcelona por pérdida, hurto o robo con intimidación. Sin embargo, también se detectaron dispositivos robados en otras localidades catalanas como Vilanova i la Geltrú, Cornellà y L'Hospitalet de Llobregat, así como en ciudades españolas como Gandía, Sevilla y Baracaldo, e incluso en el extranjero, como Lisboa y Milán. El inspector Hidalgo lamentó que la baja cifra de denuncias (171 de más de 1.000 móviles robados) podría deberse a que sus dueños no se percataron de la pérdida o hurto, o a que eran turistas de paso que no consideraron conveniente presentar una denuncia. Finalmente, Hidalgo destacó la magnitud del problema en Catalunya: se roban 155 móviles diarios, y durante el primer semestre de 2025, se han registrado 27.953 robos y 1.180 detenciones. Casi la mitad de estas detenciones tuvieron lugar en Barcelona, lo que ha llevado a Hidalgo a concluir que "Barcelona se ha convertido en un hub de criminales profesionales que vienen a la ciudad a delinquir, algo que también ocurre en otras grandes capitales europeas".
Escribe tu comentario