S&P Global ratifica la fortaleza financiera de Sabadell tras la venta de TSB y mantiene una perspectiva sólida

La agencia crediticia ha reafirmado la calificación ‘A-’ para la entidad tras la transferencia del banco británico. La proyección de estabilidad refleja confianza en la gestión y el capital futuro del grupo financiero.

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Archivo - Oficina de TSB, filial de Banco Sabadell en Reino Unido.
Oficina de TSB, filial de Banco Sabadell en Reino Unido. - TSB - Archivo

 

La firma especializada en evaluaciones crediticias ha decidido conservar sin alteraciones la nota a largo plazo de Sabadell, confirmando así que no prevé cambios significativos en su salud económica. Esta decisión llega después de que la entidad aprobara la cesión de TSB a otro banco importante, lo que tendrá repercusiones en la estructura patrimonial y en la distribución de recursos.

Capital y distribución tras la venta de TSB

La operación para traspasar el banco británico ha incrementado el capital disponible para Sabadell. No obstante, buena parte de estos fondos se destinarán a remunerar a los accionistas, un movimiento habitual en procesos de desinversión que busca equilibrar la rentabilidad para los propietarios. Este aumento temporal de recursos fortalece la posición financiera, aunque no se traduce directamente en mayor capacidad de inversión para la entidad.

Impacto crediticio de TSB y diversificación geográfica

S&P Global valoraba hasta ahora la presencia de TSB como neutral en términos crediticios. La aportación del banco inglés permitía diversificar riesgos y fuentes de ingresos gracias a la actividad en otro mercado. Sin embargo, su rentabilidad y eficiencia han estado por debajo de las operaciones desarrolladas en el mercado doméstico español, lo que limitaba el valor añadido dentro del grupo.

Riesgos que podrían afectar la calificación

La agencia advierte que existen factores que podrían modificar a la baja la nota crediticia. Entre ellos se encuentran un aumento en la exposición a riesgos financieros, un deterioro en la calidad de los activos (como un mayor número de créditos morosos) o un rendimiento inferior en comparación con otras entidades similares. Estos aspectos representarían un retroceso en la estabilidad financiera y podrían impactar en la confianza de inversores y clientes.

Posibilidades de mejora en la nota

Por otro lado, S&P señala que mantener un nivel elevado de capital y gestionar adecuadamente la deuda contribuiría a fortalecer la calificación. Además, si la compra de BBVA por parte de Sabadell se concreta y se considera que el banco se convierte en una pieza clave dentro del grupo, la evaluación podría subir. Sin embargo, el requisito gubernamental de operar como empresas independientes durante tres años limita esta posibilidad inicial.

Un banco sólido, a la espera de movimientos futuros

El mantenimiento de la calificación ‘A-’ y la perspectiva estable reflejan la confianza en la capacidad de Sabadell para manejar su transición tras la venta de TSB. La entidad muestra solidez y una gestión prudente, aunque deberá continuar vigilando posibles riesgos y oportunidades que definirán su evolución a medio plazo.

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