La sequía mató al doble de árboles en Catalunya el 2024 respecto al 2023
La mortalidad arbórea en los bosques catalanes se disparó al 3,4% el pasado año, duplicando las cifras de 2022 y 2023. Los expertos advierten sobre los efectos del cambio climático y reclaman una gestión forestal más sostenible.
Los bosques de Catalunya han sufrido un golpe sin precedentes durante 2024. Según los datos del Departament d’Agricultura de la Generalitat, el porcentaje de árboles muertos alcanzó un 3,4%, el doble que en los años 2022 y 2023, reflejando la magnitud del impacto de la sequía acumulada y las condiciones meteorológicas extremas.
Este fenómeno no solo afecta a los bosques de coníferas, sino que se extiende también a especies autóctonas mediterráneas, alterando de forma significativa los equilibrios ecológicos de las masas forestales catalanas.
“El cambio climático está provocando cambios en el comportamiento de muchas especies autóctonas, rompiendo los equilibrios naturales”, advierten los técnicos, alertando de que la tendencia podría acentuarse si no se adoptan medidas de gestión proactiva.
Especies más vulnerables y defoliación creciente
Entre los árboles más afectados destacan varias especies emblemáticas: el pino rodeno, con un 7,1% de mortalidad; el alcornoque, con un 5,7%; y el pino piñero, con un 5,2%. La pérdida de follaje, uno de los indicadores más fiables de la salud de los árboles, empeoró en 66 de las parcelas estudiadas, mientras que solo mejoró en 25.
Este deterioro de la cubierta arbórea genera un efecto dominó en el ecosistema: aumenta la vulnerabilidad frente a incendios forestales, reduce la biodiversidad y altera el microclima local, afectando la capacidad de los bosques para resistir futuras sequías.
Xarxa 8x8CAT: el sistema que alerta de la emergencia
El seguimiento de los bosques se realiza a través de la Xarxa 8x8CAT, compuesta por 383 parcelas fijas distribuidas con una malla de 8x8 kilómetros. Cada parcela incluye 24 árboles, que se analizan en detalle para evaluar la defoliación, la fructificación y el estado fitosanitario.
“El objetivo es disponer de un diagnóstico continuado sobre la salud de los bosques, considerando la evolución espacial y temporal”, explican desde el Departament. Esta red de vigilancia permite a los técnicos desplazarse durante seis meses por todo el territorio catalán, asegurando un seguimiento exhaustivo que abarca desde el Pirineo hasta el litoral.
Gestión forestal sostenible: una necesidad urgente
La Generalitat destaca que una silvicultura activa y sostenible es la mejor herramienta para reducir la vulnerabilidad de los bosques frente a sequías, plagas e incendios. Esto incluye medidas como la renovación de masas envejecidas, la diversificación de especies y la mejora de la estructura forestal.
“Las inspecciones indican que el estado fitosanitario de los bosques empeora sostenidamente, por lo que la gestión activa es fundamental para proteger los ecosistemas y garantizar la resiliencia a largo plazo”, añaden los expertos.
Impacto en la biodiversidad y el cambio climático
El aumento de la mortalidad arbórea no solo afecta a los árboles individuales, sino que tiene repercusiones sobre toda la cadena trófica. Aves, mamíferos y pequeños invertebrados dependen de la cobertura vegetal para refugio y alimento, por lo que cada árbol perdido representa un riesgo adicional para la biodiversidad.
Además, los bosques juegan un papel clave en la captura de carbono y la regulación climática. La pérdida masiva de árboles compromete la capacidad de Catalunya para cumplir objetivos de sostenibilidad y mitigación del cambio climático.
Hacia un futuro más resiliente
Los responsables del Departament de Agricultura insisten en que la solución pasa por planificación estratégica y acción inmediata. La combinación de monitoreo continuo, silvicultura activa y políticas de conservación robustas permitirá afrontar mejor las sequías y proteger los ecosistemas de futuras crisis.
“Solo con una gestión forestal comprometida y sostenible podremos asegurar que nuestros bosques sigan siendo un patrimonio vivo y resiliente frente a las adversidades climáticas”, concluyen.
Escribe tu comentario