El IEC lanza un mensaje contundente: “el catalán debe ser lengua vehicular para garantizar la cohesión social”
El Institut d’Estudis Catalans reivindica el papel del idioma como eje de identidad colectiva en un acto institucional marcado por críticas al TSJC y llamados a reforzar la normalización lingüística.
El claustro del Institut d’Estudis Catalans (IEC), en el corazón de Barcelona, se transforma este jueves en un foro de reivindicación lingüística y cultural. No es un lugar escogido al azar: su sede histórica representa el vínculo entre la tradición intelectual catalana y la construcción de un futuro donde la lengua sigue siendo un eje de cohesión. La elección del espacio añade solemnidad a un acto que busca trascender la conmemoración de la Diada para erigirse en declaración política y social.
Una amplia representación institucional
La cita congrega a rostros de la política y de la academia. Entre los asistentes destacan Francesc Xavier Vila, conseller de Política Lingüística; Sònia Hernández, consellera de Cultura; y Albert Batlle, tercer teniente de alcaldía de Barcelona. La presencia universitaria es también central: Joan Guàrdia, rector de la Universitat de Barcelona; Javier Lafuente, rector de la UAB; y Laia de Nadal, rectora de la UPF, se suman al encuentro. La diversidad de perfiles da una dimensión coral al evento, con la lengua catalana como punto de unión.
Teresa Cabré: un discurso sin concesiones
La presidenta del IEC, Teresa Cabré, abre el acto con palabras que marcan el tono de la jornada. Su mensaje, directo, interpela a la sociedad y a las instituciones: “Es lamentable que haya sentencias que atentan contra el rasgo más explícito de nuestra identidad: la lengua”.
Cabré centra sus críticas en la decisión del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya de anular varios artículos del decreto de régimen lingüístico en la enseñanza, una resolución que, advierte, erosiona la convivencia y pone en riesgo el modelo escolar catalán. “El catalán debe ser lengua vehicular en las escuelas porque, a la larga, garantiza la cohesión social; es necesario conocer la lengua para integrarse plenamente en una comunidad”, añade.
Su discurso combina defensa cultural y advertencia política: mantener el catalán como idioma central en la educación no es, según ella, un privilegio, sino una necesidad de cohesión democrática.
El Govern se reafirma en su estrategia
Francesc Xavier Vila, conseller de Política Lingüística, aprovecha la ocasión para confirmar la hoja de ruta del Govern: “El refuerzo y el despliegue progresivo de las iniciativas del Pacte Nacional per la Llengua”. Vila subraya que este pacto no puede quedarse en papel mojado y reclama determinación para hacer frente a “aquellos sectores contrarios a la normalización del catalán y que tratan de descuartizar el idioma”.
Sus palabras buscan trasladar tranquilidad al mundo académico y cultural: habrá continuidad y refuerzo de las políticas lingüísticas pese a los reveses judiciales.
Una conferencia que mira al pasado para proyectar futuro
El lingüista Jordi Mir, miembro de la Sección Filológica del IEC, aporta al acto una dimensión intelectual con su ponencia “La patria: concepción y sentimiento”. En ella, reflexiona sobre cómo la noción de patria ha evolucionado desde la Edad Media hasta la actualidad. Su conclusión es clara y movilizadora: “Si queremos hacer prevalecer y asegurar para el futuro nuestros derechos como pueblo-nación-patria, debemos estar todos”.
Con este mensaje, Mir sitúa el compromiso colectivo como la herramienta esencial para que el catalán y la identidad catalana tengan continuidad histórica.
Un acto que trasciende la conmemoración
El encuentro del IEC no se limita a ser una ceremonia institucional más. En un momento en que los debates sobre el modelo educativo y las políticas lingüísticas ocupan titulares y generan tensión política, la entidad convierte su celebración en un gesto cargado de simbolismo. El catalán se reivindica como elemento transversal, no solo cultural, sino también político y social.
La presencia de responsables académicos junto a representantes del Govern refuerza la idea de que la defensa de la lengua no es un asunto partidista, sino una causa compartida por distintos ámbitos de la sociedad catalana.
Cohesión, cultura y compromiso
El acto del IEC concluye con un mensaje que atraviesa todo el encuentro: la lengua catalana no solo pertenece a quienes la hablan, sino que constituye un patrimonio colectivo que asegura la cohesión de la comunidad. Cabré lo resume con contundencia, Vila lo convierte en promesa política y Mir lo eleva a reflexión histórica.
El claustro del IEC, en esta jornada, se convierte así en metáfora: un espacio con siglos de historia que se proyecta hacia el futuro, defendiendo la pluralidad y la convivencia a través de un idioma que reclama centralidad.
Escribe tu comentario