Jóvenes de 20 países finalizan el programa de verano que fomenta la integración y el aprendizaje del catalán

El tercer teniente de alcalde de Barcelona, Albert Batlle, y la comisionada municipal de Acción Social, Sonia Fuertes, han clausurado este sábado el XVII programa 'A l'Estiu Barcelona t'acull', un espacio de intercambio entre jóvenes recién llegados para que compartan vivencias, actividades y conocimientos sobre la ciudad y el catalán.

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El acto en el Saló de Cent
El acto en el Saló de Cent - AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

 

Este sábado ha culminado la XVIII edición de ‘A l’Estiu Barcelona t’acull’, iniciativa destinada a facilitar la integración de personas recién llegadas mediante talleres educativos, actividades culturales y dinámicas sociales. Este año, 141 inscritos de entre 12 y 19 años provenientes de 20 países distintos han participado, distribuidos en siete grupos de aproximadamente 20 miembros, todos acompañados por sus familias.

El tercer teniente de alcalde, Albert Batlle, junto a la comisionada municipal de Acción Social, Sonia Fuertes, ha presidido la ceremonia de clausura, en la que se entregan diplomas a todos los participantes. “El 65% de estos jóvenes han vivido una separación de cinco años o más de sus familiares, relato de vida, de esfuerzo y de perseverancia que esto supone”, destacó Fuertes, subrayando la resiliencia y la capacidad de adaptación de los asistentes. Por su parte, Batlle añadió que “este programa no solo permite aprender catalán, sino también crear vínculos, conocer la ciudad y compartir experiencias con compañeros de distintos lugares del mundo”, poniendo en valor la dimensión social y educativa de la iniciativa.

 

Bibliotecas como epicentros de integración

Entre finales de junio y finales de agosto, los encuentros se han desarrollado de lunes a viernes durante las mañanas en distintas bibliotecas de la ciudad, donde profesionales especializados han guiado actividades combinando talleres lingüísticos, dinámicas de integración y ejercicios culturales. Las bibliotecas seleccionadas han servido como espacios accesibles y estimulantes para que los participantes puedan practicar el idioma, desarrollar competencias sociales y sentirse parte de la comunidad. Cada barrio ha aportado su propio carácter al proyecto, permitiendo que los asistentes conozcan la diversidad cultural y urbana del entorno mientras aprenden de manera activa y vivencial.

“Este programa no solo permite aprender catalán, sino también crear vínculos, conocer la ciudad y compartir experiencias con compañeros de distintos lugares del mundo”, destacó Batlle, reiterando la importancia de estos espacios como punto de encuentro seguro y enriquecedor para los participantes.

 

Más allá del aprendizaje lingüístico

El programa ha ido más allá de la enseñanza del idioma, fomentando valores como solidaridad, cooperación y empatía entre los participantes. Compartir historias de vida distintas ha generado comprensión mutua y respeto por la diversidad, mientras que la implicación de las familias ha reforzado el acompañamiento y la seguridad emocional de los asistentes. “Es un espacio para que estos participantes puedan sentirse parte de la ciudad, intercambiar ideas y aprender juntos, respetando sus historias y apoyando su crecimiento personal”, explicó Fuertes, destacando el impacto social y emocional que la iniciativa ha tenido en cada joven.

 

Impacto y proyección del programa

Con XVIII ediciones a sus espaldas, ‘A l’Estiu Barcelona t’acull’ se consolida como un referente en políticas de acogida y acompañamiento de personas recién llegadas. El programa permite adquirir competencias lingüísticas, sociales y emocionales, fortaleciendo la integración y el bienestar general de los participantes. Además, genera un efecto positivo en la comunidad, reforzando la cohesión social y promoviendo la diversidad como valor compartido. “Cada actividad, cada taller y cada encuentro refuerza la confianza de los participantes y su sentido de pertenencia, factores esenciales para su integración y desarrollo personal”, señaló Batlle, subrayando la importancia de estas experiencias para la vida futura de los asistentes.

 

Mirando hacia el futuro

La clausura de esta edición marca el fin de un verano lleno de aprendizajes y conexiones, pero también actúa como punto de partida para futuras iniciativas. El programa mantendrá su objetivo de ofrecer un entorno seguro, inclusivo y educativo, donde los participantes puedan desarrollarse plenamente y sentirse integrados en la comunidad. El Ayuntamiento planea ampliar la iniciativa en los próximos años, con el fin de involucrar a más personas, diversificar las actividades y reforzar la integración lingüística y cultural. “Nuestro compromiso es seguir creando oportunidades para que cada participante pueda sentirse reconocido, apoyado y capaz de contribuir a la comunidad”, concluyó Fuertes, cerrando oficialmente la edición.

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