Carlos Torres: “La negativa a la opa del Sabadell es una oportunidad perdida para todos”
El presidente del BBVA lamenta el rechazo a la opa y asegura que el proceso habría beneficiado a clientes y mercados europeos. Defiende su continuidad y pide revisar la regulación para evitar ambigüedades futuras.
Tras el cierre definitivo de la oferta pública de adquisición sobre el Banco Sabadell, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha roto su silencio. En una entrevista con El Periódico, el banquero reflexiona sobre las causas del rechazo, las implicaciones para el sistema financiero y su propio futuro al frente de la entidad.
“Una oportunidad perdida”
Torres no oculta su decepción con el desenlace del proceso. “La negativa a la opa es una oportunidad perdida para todos: clientes, accionistas, Catalunya, España y Europa”, afirmó, reconociendo que la integración frustrada suponía, en su opinión, un avance estratégico para el sector.
Pese al resultado, el dirigente subraya el respeto absoluto hacia la decisión de los inversores del Sabadell. “Asumimos plenamente la decisión de los accionistas del Sabadell, que tenían la última palabra. Tiene poco sentido que perdamos mucho el tiempo pensando en qué podía haber pasado de haber hecho las cosas de otra manera”, señaló con serenidad.
El peso de las expectativas
El presidente del BBVA admitió que el nivel de aceptación de la opa fue más bajo de lo previsto. En su análisis, influyeron factores externos y percepciones equivocadas: “La expectativa falsa de una segunda oferta, falsa en el sentido de que era muy incierta y que no tenía ninguna ventaja, ha podido tener un efecto arrastre en los fondos pasivos”, apuntó.
Según explicó, estos fondos actuaron con menor participación de la esperada, alterando las proyecciones internas: “El institucional activo sí que creemos que ha ido en un porcentaje muy elevado”, puntualizó.
Petición de claridad regulatoria
En un momento clave del proceso, Torres considera que “hubiera sido conveniente que la CNMV aclarase dentro del plazo de aceptación el precio de la segunda opa”, aunque reafirma su confianza en el organismo: “Confío plenamente en el criterio de la CNMV”.
El presidente fue más allá, sugiriendo una reflexión sobre las normas del mercado: “Quizás más que respecto a la CNMV, debamos reflexionar sobre cambios necesarios en la regulación que eliminen las ambigüedades que hoy tiene”.
Cortesía entre rivales
Lejos de tensiones personales, Torres reveló una conversación reciente con el presidente del Sabadell, Josep Oliu, tras conocerse los resultados: “Fue una llamada más que cordial, ambos nos congratulamos de que el proceso hubiera terminado”, relató.
Asimismo, mostró respeto por la evolución bursátil de la entidad catalana: “Yo no le deseo a nadie, por supuesto, que baje su acción, ni mucho menos a Banco Sabadell, y ojalá tengan una evolución positiva”.
El líder del BBVA evitó entrar en detalles sobre contactos políticos, aunque confirmó haber mantenido “contactos con autoridades de ambos gobiernos” —en referencia al Ejecutivo central y al Govern catalán—.
Continuidad al frente del banco
Frente a los rumores sobre su posible dimisión, Torres despejó cualquier duda. “Mi continuidad no dependía para nada del resultado de la operación”, aseguró, defendiendo la actuación del consejo durante todo el proceso.
Recordó que las decisiones tomadas contaron con respaldo interno: “La actuación en todo el proceso no es solo mía, sino del consejo, que aprobó unánimemente la decisión, y está apoyada por la junta extraordinaria del año pasado, con un respaldo muy mayoritario del 96%”.
Para Torres, la gestión debe juzgarse “más que por el resultado específico de un intento de una operación, por la trayectoria en el tiempo de creación de valor para accionistas y clientes”.
Mirando hacia adelante
El presidente del BBVA descarta retirarse y confirma su compromiso con el banco: “Aún me quedan tres años como miembro del consejo y como presidente. Lógicamente, estoy siempre a disposición del consejo y de la junta en cualquier momento. Pero en la medida en que sigan confiando en mí, seguiré al frente del banco”.
Con estas palabras, Torres cierra un capítulo de la mayor ofensiva corporativa reciente en la banca española, dejando claro que el BBVA continuará su camino con autonomía, estabilidad y visión de largo plazo.
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