Crónica de una bronca innecesaria en el Palau de la Generalitat
.- Me ha costado escribir lo que les voy a contar en este artículo pero realmente es lo que yo vi y sentí este martes en el Palau. Lo que tras la rueda de prensa sucedió no había pasado nunca y el Secretario de Comunicación de la Generalitat, Josep Martí Blanch, claramente se extralimitó conmigo como anteriormente ya lo había hecho con uno de mis compañeros. Y como esto tristemente empieza a ser "el pan nuestro de cada día" para quienes trabajamos en Catalunyapress está noticia es la crónica en primera persona de esta sonada e innecesaria bronca.
A la mencionada rueda de prensa acudí con el ánimo de desempeñar mi trabajo, llevando en mi mente una pregunta para el portavoz sobre la noticia que había sacado a la luz Catalunyapress sobre el despido del 100% de la plantilla de La Malla y sobre lo que pensamos en este diario que va a pasar en el resto de medios de comunicación públicos catalanes.
Cuando me tocó preguntar interpelé, en apenas un minuto y medio, en primer lugar al conseller Mas Colell sobre sus propuestas de adelgazamiento al gobierno central y su repercusión para los ciudadanos y posteriormente dentro de ese minuto y medio, pregunté al portavoz Homs sobre la cuestión de si se iba a trasladar a los medios de la Corporación Catalana (CCMA) igual dinámica de fusiones que la que se está haciendo entre COM Ràdio y la XAL y si nos íbamos a encontrar en enero con 1.000 profesionales de los medios públicos engrosando las listas del paro. Homs, como puede comprobarse en el vídeo que acompaña a este artículo, con una educación exquisita no quiso ni desmentir ni confirmar los rumores de fusión entre los medios de comunicación públicos, puesto que para él la respuesta del gobierno había quedado definida el año pasado en la comparecencia en el Parlament. Una respuesta que he de reconocer que me llenó de preocupación.
Acabada la rueda de prensa, y cuando me disponía a abandonar la sala y sin presentación alguna de por medio, se dirigió hacia el lugar donde me encontraba- quién posteriormente me indicaron era Josep Martí Blanch, Secretario de Comunicación de la Generalitat a quién nadie me había presentado nunca y por lo tanto no conocía- y la situación empezó a recordarme la vivida la semana pasada con una subalterna suya quién al acercarme a ella para hacerle una pregunta me increpó diciéndome "tienes que hacer las preguntas más cortas" a lo que yo explícitamente le dije " si yo no le digo a usted como tiene que hacer su trabajo usted tampoco me lo va a decir a mí, he venido a preguntarle si le queda alguna carpeta con los acuerdos de Govern". Empecé a inquietarme ante lo que parecía iba ser un nuevo "deja vu" del innecesario incidente de la semana anterior y que iba camino de convertirse en el tercero vivido por los miembros de Catalunyapres en el Palau, aunque lo que nunca pensé que lo que me esperaba con Josep Martí era "la gorda", que fue la que se armó cuando empezó a increparme a viva voz y ante la veintena de compañeros allí presentes.
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