Los dos guardias urbanos se incriminan mutuamente de la muerte de su compañero
Durante los interrogatorios judiciales, la acusada confesó que el asesino es el otro detenido. Mientras, él admitió haber participado en el traslado del cuerpo, pero no haberlo matado.
Los dos miembros de la Guardia Urbana de Barcelona detenidos por la muerte de un compañero y pareja sentimental de la acusada dieron versiones contradictorias de los hechos y se acusaron mutuamente del crimen.
Así, se explica la decisión de la titular del juzgado de instrucción número 8 de Vilanova y la Geltrú de evitar que los dos acusados puedan entrar en contacto. Ahora, se está intentando esclarecer si el crimen fue un homicidio o un asesinato y, el triángulo amoroso, continúa como primera hipótesis.
Según la versión de ella, explicada hoy por su abogada, Georgina Benages, negó tener nada que ver con la muerte, y inculparlo a él: "Ha negado totalmente su participación en la muerte de su pareja".
Por su parte, José Luis Bravo, abogado del acusado, explicó que la detenida le llamó y le ayudó a llevar el cadáver hasta donde lo encontraron, junto al pantano de Foix, pero no ha admitido nada más : "Bueno, admite una participación, pero dice que no tiene nada que ver con la muerte".
Y, de hecho, en el coche del acusado, se encontraron restos de sangre, que aún no se ha determinado si son de la víctima. De momento, todo apunta a que el homicidio o asesinato se cometió en el domicilio que la detenida compartía con el muerto, y que luego se habría trasladado el cuerpo al pantano de Foix.
Este caso, y el hecho de que uno de los dos detenidos hubiera sido condenado por una paliza a un mantero, ha llevado a los Mossos a revisar un caso antiguo, el de otro mantero que murió en despeñarse por la montaña de Montjuïc. En su momento, este caso se archivó, pero los dos guardias que intervinieron fueron los dos urbanos ahora detenidos.
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