Indignación vecinal por el "mal estado" y nuevo peligro en las playas de Badalona
Vecinos denuncian el riesgo diario que suponen las pasarelas deterioradas del paseo marítimo mientras esperan una reparación urgente
El tramo del paseo marítimo que conecta Montgat con El Masnou, habitual punto de paso para peatones, ciclistas y corredores, se encuentra en un estado de deterioro alarmante. Las pasarelas de madera, que en su día ofrecían un trayecto agradable junto al mar, presentan ahora múltiples desperfectos que suponen un riesgo real para la seguridad de quienes transitan por allí a diario.
Tablones sueltos, rotos o desgastados, algunos incluso mal fijados o directamente levantados, convierten este espacio público en un recorrido lleno de obstáculos y peligros. En muchos puntos, al pasar sobre estas estructuras, las maderas se mueven o se hunden, provocando caídas, tropiezos e incluso lesiones, según relatan varios usuarios habituales del paseo.
Una situación que se arrastra desde hace meses
La problemática no es nueva. Vecinos y usuarios del paseo llevan meses alertando sobre el mal estado de las pasarelas, una situación que, lejos de mejorar, ha empeorado visiblemente en las últimas semanas. Las denuncias vecinales coinciden en señalar la falta de mantenimiento como uno de los principales factores del deterioro.
“El paseo marítimo es un lugar de paso diario para muchas personas mayores, familias y ciclistas. No entendemos cómo se ha podido llegar a este punto sin actuar antes”, lamenta una vecina de Montgat que utiliza el recorrido para caminar cada mañana.
La sensación de abandono y la preocupación por la seguridad pública son compartidas por muchos ciudadanos que consideran que esta situación supera ya un simple problema de mantenimiento urbano.
Promesas de arreglo, pero sin calendario claro
Ante el creciente malestar, el Ayuntamiento de Montgat ha anunciado recientemente que se iniciarán próximamente las obras de reparación de las pasarelas de madera. Sin embargo, este anuncio no ha conseguido calmar los ánimos de los vecinos, quienes reclaman actuaciones más urgentes y visibles.
A pesar de que la administración local ha reconocido el problema, los usuarios exigen mayor celeridad y transparencia: “Necesitamos fechas concretas, no solo promesas. Cada día que pasa, alguien más puede resultar herido”, afirma un ciclista que utiliza el tramo para desplazarse a diario hasta El Masnou.
Seguridad y bienestar, en juego
La preocupación no es solo por los accidentes ya ocurridos, sino por los que aún pueden evitarse. El paseo marítimo, además de ser una vía funcional, es también un espacio de ocio, deporte y encuentro social. Mantenerlo en condiciones óptimas no es solo una cuestión estética, sino una responsabilidad institucional en materia de seguridad y bienestar ciudadano.
La situación actual de las pasarelas pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar y actualizar las infraestructuras urbanas costeras, especialmente en lugares con alto tránsito peatonal y turístico.
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