Denuncian la presencia masiva de "arquitectura hostil" para personas sin techo en las calles de Barcelona

La entidad sin ánimo de lucro ha contado más de 600 elementos, tanto en la capital de Catalunya como en algunos municipios del área metropolitana

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Foto: Arrels Fundació

 

Bancos individuales (o con elementos que evitan que alguien se pueda tumbar), pinchos en el suelo, bolas de hormigón, barrotes, alféizares de ventanas inclinados... Son algunos ejemplos de arquitectura hostil, elementos que se incorporan a algunas partes de las calles, plazas y otros puntos de ciudades y que suponen que las personas sin techo puedan descansar.

 

La Fundació Arrels ha denunciado que, actualmente, tiene contabilizados más de 600 de estos elementos, la inmensa mayoría de los cuales están en Barcelona, aunque también advierten de su presencia en algunos municipios del área metropolitana, como Sant Adrià de Besòs, entre otros.

 

De hecho, esta entidad sin ánimo de lucro ha publicado, en su página web, un mapa interactivo (que puedes consultar en esta noticia) que señala los puntos donde les consta que hay alguno de estos elementos de arquitectura hostil. Arrels solicita la colaboración ciudadana para continuar listando los puntos de estos elementos que "vulneran los derechos de las personas sin hogar".

 

 

MÁS PROBLEMAS PARA LAS PERSONAS QUE NO TIENEN RECURSOS

 

La presencia de todos estos elementos es una "dificultad añadida" en la vida diaria de las personas más vulnerables, las que están viviendo en la calle. Arrels apunta que supone "un riesgo añadido", y apunta que generan "estrés y ansiedad" a unas personas "que ya tienen miedo" y que deben luchar con la sensación de rechazo que tienen por parte de la sociedad.

 

"Para una persona que duerme en la calle es desagradable ver que ponen pinchos en el lugar donde intenta dormir", explicó una persona sin techo a Arrels.

 

Además, la entidad sin ánimo de lucro afirma que es "una vulneración de derechos" a estas personas, ya que lo único que buscan es "un espacio seguro donde resguardarse y sentirse protegidos". Del mismo modo, Arrels apunta que complica el trabajo de los voluntarios que, anualmente, recorren Barcelona haciendo el recuento de las personas que duermen a diario en la calle.

 

Arrels también asegura que estos elementos "criminalizan a las personas", que no están en esta situación por deseo, sino "porque no tienen un lugar donde vivir".

 

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Foto: Twitter (@labcninvisible)

 

Por último, la entidad asegura que estos elementos no actúan sobre las causas (en origen deberían servir para evitar el vandalismo del mobiliario urbano y del espacio público) y que, además, "hacen invisible una problemática social".

 

SOLUCIONES PROPUESTAS

 

Ante estas problemáticas, Arrels propone que todos los agentes implicados hagan "lo posible para que las ciudades sean amables y comprometidas", cambiando "pinchos y pilonas por albergues". De hecho, los dirigentes de la organización instan a los partidos a "apostar por incluir soluciones al sinhogarismo en sus programas electorales".

 

Del mismo modo, apuntan que es necesaria "la sensibilización para romper prejuicios" y "la implicación de la ciudadanía, que debe reclamar también soluciones a las administraciones". Arrels quiere usar la fuerza que tienen las redes sociales y, usando etiquetas como #FemCiutatsInclusives en Twitter e Instagram y herramientas como el mapa colaborativo, construir entornos en los que nadie se sienta desplazado.

 

La entidad termina reflexionando que su deseo es "que las personas sin hogar puedan usar el espacio público igual que lo hace cualquier ciudadano" y se muestra convencida que, aunque no sea sencillo, llegar a un punto en el que nadie tenga que dormir en la calle es posible.

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