La pobreza se dispara en Barcelona: 1150 personas duermen en la calle cada día
Entidades como Arrels denuncian que el Ayuntamiento pone trabas a las personas con menos recursos, como pedirles una dirección fija para empadronarse
Los datos son alarmantes: a día de hoy hay 1.149 personas durmiendo en la calle en Barcelona. Esta cifra, que ha publicado recientemente el Ayuntamiento, es muy cercana a la de 1.231 que la Fundació Arrels publicó el pasado mes de junio (el día 15, para ser exactos), cuando hizo su recuento anual.
Si se hace una mirada retrospectiva, y tomando como referencia también cifras publicadas con el consisorio de la capital de Catalunya, en 2015, hace menos de una década, el total de personas que dormían en la calle a diario eran 734. De nuevo, los datos, en comparación con los de Arrels, son bastante similares, ya que la fundación tenía constancia de más de 800 personas.
Eso, pues, significa que en este periodo de tiempo, las personas con menos recursos que viven en la ciudad son más de la mitad de las que constaba que estaban residiendo en algún punto de la ciudad, durmiendo al raso, en 2015.
Varias entidades sociales han dado el grito de alerta, asegurando que la pandemia ha aumentado las desigualdades (aunque las desigualdades también se dispararon entre 2015 y 2019)... y, de hecho, una encuesta del Idescat publicada el pasado mes de abril alertaba que 1 de cada 4 catalanes está en riesgo de pobreza.
El presidente de la organización, Ferran Busquets, recuerda estos datos del instituto estadístico de la Generalitat a Catalunya Press y lamenta que "la pobreza está cronificada". Sin embargo, Busquets asegura que el trabajo real debería "ir más allá de los datos", asegurando que las administraciones saben que "cuando hay una crisis, la consecuencia es que la pobreza aumenta".
TRABAS
Pero más allá de la situación precaria que sufren y a la que se enfrentan a diario, Arrels denuncia también que estas personas vulnerables se encuentran dificultades para acceder a trámites fundamentales para cualquier ciudadano, como el padrón.
Desde Arrels denuncian un triple obstáculo que se encuentran; en primer lugar, apuntan que "el trámite ha cambiado y ahora es más exigente".
Además, les exigen que presenten un informe de servicios sociales en el que se especifique que duermen en una dirección concreta, algo que puede tener una tardanza de hasta 3 meses en llegar y que muchas veces puede no servir, ya que no es algo raro que las personas que duerman en la calle se muevan.
Por último, la entidad apunta que estas personas vulnerables son derivadas, por parte de las Oficines d'Atenció a la Ciutadania (OAC) al Servei d'Inserció Social (SIS). Sin embargo, el SIS no puede atender a personas que no estén empadronadas.
En este sentido, Busquets lamenta que "lo que para mucha gente es un trámite, para estas personas es una dificultad enorme, y es algo que nos preocupa y mucho".
El director de Arrels señala que "mucha gente pobre además es mayor, con lo que no tiene ni las herramientas ni el conocimiento". Busquets va más allá y apunta que "trámites com el padrón deberían tener un recorrido rápido", porque son "el camino para que la persona recupere una cierta autonomía y tenga acceso a alguna prestación". En caso contrario, quedan "estancadados".
Busquets concluye explicando que desde Arrels "hacemos lo podemos" llegando, en algunos casos, a empadronar a algunas de estas personas en la sede de la fundación.
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