Barcelona pasará a tener una de las tasas turísticas más altas de Europa
Con una tasa que el próximo año variará entre 4,25 y 7 euros, Barcelona se equipara a ciudades como Roma, Bruselas y Ámsterdam (donde los turistas de crucero que no pernoctan pagan ocho euros) y supera la media de otras ciudades europeas
La tasa turística de Barcelona, tanto en los establecimientos de lujo como en aquellos más modestos, afianza a la ciudad como una de las urbes europeas que más impuestos cobra a sus visitantes. Este 'estatus' lo ha adquirido, sobre todo, con el anunciado aumento para los turistas de cruceros y apartamentos
Con una tasa que el próximo año variará entre 4,25 y 7 euros, Barcelona se equipara a ciudades como Roma, Bruselas y Ámsterdam (donde los turistas de crucero que no pernoctan pagan ocho euros) y supera la media de otras ciudades europeas.
La particularidad de Barcelona no reside tanto en la tarifa que pagan los turistas alojados en hoteles de cinco estrellas, que a partir del próximo mes de abril ascenderá a 6,75 euros por persona y noche. La distinción se encuentra en los hoteles de cuatro estrellas, que aumentarán su tarifa a 4,95 euros por noche a partir de la próxima primavera, y en el resto de establecimientos, donde el importe por turista será de 4,25 euros.
En comparación, en Roma, la tasa es ligeramente más baja en hoteles de tres estrellas (4 euros por noche) y de cuatro estrellas (6 euros), pero los hoteles de cinco estrellas cobran 7 euros y hasta 10 euros en temporada alta en la capital italiana.
UNA TARIFA DESIGUAL EN EUROPA
A lo largo de los últimos años, cada país y ciudad ha adoptado diversas fórmulas para implementar su impuesto turístico, una medida destinada a mitigar todos los efectos que comportan el turismo masivo. De este modo, en algunos países se ha establecido como un impuesto municipal, mientras que en otros funciona como un tributo regional.
En Ámsterdam, por ejemplo, se acordó aplicar una tarifa común de 3 euros por noche para todos los establecimientos, a la que se suma un 7% de la tarifa total de la habitación. En Alemania, ciudades como Berlín y Colonia han establecido una tasa equivalente al 5% de la factura del hotel, mientras que en Praga es del 0,5% del importe total.
En ciudades como Hamburgo, el importe varía entre 0,5 euros para establecimientos con tarifas de hasta 50 euros por noche y 4 euros para aquellos que superan los 200 euros. En Milán, la horquilla fluctúa entre 3 y 5 euros, y en Suiza, la media de la tasa turística no supera los 3 euros, según datos del Gremi d’Hotels de Barcelona. En París, la tarifa máxima es de 5 euros.
BARCELONA, UN CASO DISTINTO
La situación en Barcelona presenta sus propias particularidades. Además de la tarifa general establecida por la Generalitat, de la cual la ciudad recibe una parte, se suma un recargo municipal.
En la actualidad, este monto adicional es de 2,75 euros por noche para todas las categorías, pero aumentará a 3,25 euros a partir del próximo abril, según lo aprobado por el Ayuntamiento y ratificado por Jordi Valls, el responsable del área económica, durante la presentación del presupuesto municipal para el próximo año.
Por lo tanto, a partir de la próxima primavera, se tendrá que contar con este aumento y también con un recargo municipal no planificado que ascenderá hasta los 4 euros (actualmente es de 2,75 euros) para cada crucerista que no pernocte en la ciudad, lo que elevará la tarifa total a 7 euros. Además, se contempla un significativo aumento de 4 euros por noche para los ocupantes de apartamentos turísticos.
QUEJAS DEL SECTOR
Como no podía ser de otra forma, el sector ha alzado la voz ante esta medida. Enrique Alcantara, el presidente de Apartur, afirma que la tasa turística en lugares con precios reducidos representan un porcentaje muy elevado, sobre todo en temporada baja. "Pueden llegar a ser el 20% o 30%, es demasiado alto y desproporcionado. Se necesita hacer una revisión", lamenta.
"En estos momentos, al Ayuntamiento de Barcelona le gusta este cargo y no le importa lo alto que sea ni el efecto que tiene sobre los turistas. Creen que se le puede apretar todo lo que puedan, y se están equivocando", acusa.
Escribe tu comentario