La drástica decisión de Melyssa Pinto para no arruinar su romance con Mario Casas

La historia de amor entre Melyssa Pinto y Mario Casas parece ir viento en popa, pero también ha comenzado a pasar factura. Tras la publicación en la revista Diez Minutos de unas fotografías en las que la pareja aparece celebrando el cumpleaños de la influencer con una romántica cena, la relación ha saltado definitivamente a la esfera pública, generando un notable revuelo mediático.

A pesar del entusiasmo que muestran los seguidores de ambos, la presión de estar en el punto de mira ha empezado a afectar emocionalmente a Melyssa, conocida por su paso por La Isla de las Tentaciones.

Lágrimas y preocupación en un evento público

La tensión se hizo evidente en su reciente aparición en un acto celebrado en Madrid, concretamente en la presentación de la nueva colección de trajes de baño de Sofía Suescun para la firma Shein. Según testigos presenciales, Melyssa se mostró visiblemente afectada y llegó a romper a llorar, agobiada por la exposición mediática de su vida privada.

Quienes estaban presentes aseguran que la influencer expresó su temor a que la atención de la prensa pueda interferir en su relación con Mario Casas, quien siempre ha sido extremadamente discreto con su vida personal. La presión de hablar de más o de decir algo que no deba preocupa a la hispano-portuguesa, quien teme que el actor pudiera alejarse si la situación se descontrola.

Un gesto que confirma su amor

Días antes, durante otro evento, Melyssa fue captada con una imagen de Mario Casas como fondo de pantalla en su teléfono móvil, un gesto íntimo que dejó claro el momento dulce que atraviesa su relación. Sin embargo, ese pequeño detalle también reavivó la atención mediática y multiplicó el interés por su vínculo sentimental.

Su decisión: silencio como escudo

Ante esta situación, Melyssa reapareció en la presentación de la nueva campaña de Aceites de Oliva de España, bajo el lema #ElComplementoPerfecto, donde llamó la atención por lucir el ya icónico bolso con una botella de aceite que popularizó Aitana. Pero más allá de su estilismo, lo más relevante fue la decisión firme que anunció respecto a su vida privada.

En sus propias palabras, expresó:

“Estoy muy feliz, la verdad, muy contenta, en un momento muy bueno, estoy feliz conmigo misma, que es lo importante. Ahora mismo en mi vida todo está bien, pero no voy a hablar. Es un tema del que no voy a hablar y es necesario también. Me sabe mal, pero no te voy a contestar”.

Con estas declaraciones, Melyssa marca un antes y un después en la gestión de su imagen pública. Su prioridad, como ella misma deja entrever, es preservar su estabilidad emocional y proteger lo que está construyendo con Mario Casas, alejándose del foco mediático que podría poner en riesgo lo que, a día de hoy, parece ser una relación muy especial.