Los inquilinos destinan una media de casi 600 euros más de lo aconsejable para pagar el alquiler
La opción de ir a vivir de alquiler es una opción escogida por la mayoría de jóvenes, pensionistas, hogares monoparentales y otros colectivos vulnerables que deciden optar a un alquiler a precio de mercado ya que les es imposible acceder a una vivienda en propiedad. Aún siendo una buena opción, cada vez hay que hacer un esfuerzo mayor si se quiere optar por esta opción.
Es conocido por la mayoría de la sociedad que el acceso a la vivienda en España no está siendo nada fácil y que es uno de los grandes problemas del país. La opción de ir a vivir de alquiler es una opción escogida por la mayoría de jóvenes, pensionistas, hogares monoparentales y otros colectivos vulnerables que deciden optar a un alquiler a precio de mercado ya que les es imposible acceder a una vivienda en propiedad. Aún siendo una buena opción, cada vez hay que hacer un esfuerzo mayor si se quiere optar por esta opción.
Según un informe que ha elaborado por EY para ASPRIMA, Políticas de vivienda y su incidencia en el largo plazo, asegura que el porcentaje de los ingresos del hogar necesario para alquilar una vivienda ha pasado del 28% en 1997 al 67% en el año 2020, lo que se traduce en un incremento de 39 puntos porcentuales.
Las causas principales de estos datos tan preocupantes son la precariedad laboral, el aumento paulatino de los precios y una condiciones fiscales que cada vez son menos favorable y que "dificultan el acceso de este bien protegido a la sociedad española".
Y es que el dato clave de este informe es el siguiente: Los trabajadores destinan una media de 571 euros más a pagar el alquiler de lo que deberían para cumplir con los parámetros aconsejables de tasa de esfuerzo (35%). El colectivo que más dificil lo tiene para poder pagar el alquiler es el de los pensionistas. Su tasa de esfuerzo asciende hasta el 103,1% en caso de jubilación y al 163% cuando se trata de una pension de viudedad.
Según ha explicado el informe de EY para ASPRIMA, "Este sistema de sobresfuerzo es relativamente sostenible en la actualidad puesto que tan sólo el 5% de las personas mayores de 65 años vive de alquiler a precios de mercado, pero a largo plazo esta circunstancia se acentuará dado el envejecimiento de la población y una mayor propensión al alquiler de los jóvenes, a los que les resulta muy complicado, y en muchas ocasiones imposible, ahorrar para poder dar el salto a una vivienda en propiedad".
Los pensionistas seguirán ganando peso en el mercado del alquiler. Si todo sigue por el camino esperado, en el año 2040, su presencia se multuplicará por 2,7 mientras que su esfuerzo medio ya superará el 100%. Actualmente, este colectivo paga una media de 784 euros más de lo que deberían por vivir en una casa alquilada.
Por lo que respecta a los jóvenes, la proporción de estos en la modalidad de alquiler ha pasado del 25% en 2006 al 45% en 2020. "Esta situación empeorará con el paso del tiempo y en muchos casos se volverá estructural, ya que los jóvenes se están viendo abocados al alquiler al no contar con ahorro previo", advierte el informe.
¿CUÁLES SERÍAN LAS MEDIDAS PARA SOLUCIONAR ESTA SITUACIÓN?
Los expertos recomiendan, para poder paliar esta situación tan complicada para los inquilines, poner en marcha medidas que aumenten el parque de viviendas disponibles y que faciliten el acceso a las mismas. Por ejemplo, recalcan la necesidad de introducir incentivos fiscales para la promoción de nuevas unidades, la recuperación de los estímulos destinados a facilitar la compra de viviendas, el fomento de modelos alternativos al alquiler tradicional como el Build to Rent o la colaboración público-privada para aumentar la oferta de vivienda tanto libre como asequible.
Respecto a los incentivos destinados a fomentar la construcción de viviendas, como los créditos fiscales por construcción de viviendas, el texto recuerda que estimulan la construcción de nuevas unidades y disminuyen los precios de estas.
"Estas medidas, combinadas con la agilización de los plazos para la obtención de licencias, y planes destinados a incrementar la oferta de suelo disponible, como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid, repercuten en un menor precio y en un aumento de la oferta de viviendas", concluye el informe.
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