Q-Renta acumula cerca de 30 fallos en su contra y tendrá que devolver tres millones de euros
Las sentencias recientes confirman que Q-Renta asesoró a sus clientes de manera "sesgada", sin informarles de manera concreta, clara y sincera de los riesgos de pérdida de la inversión
Decenas de clientes de Q-Renta, una agencia de valores catalana que entró en concurso de acreedores después de ser sancionada por la CNMV, han obtenido sentencias favorables en los últimos meses. Esta firma de inversión ya ha acumulado cerca de 30 fallos en su contra, por lo que se le ha ordenado devolver a antiguos clientes más de tres millones de euros. Hasta ahora, Q-Renta no ha apelado estas sentencias, que han sido emitidas por el juzgado de lo Concursal mientras se discute la cantidad que sus acreedores podrán recuperar. De hecho, el juez ha permitido que otros perjudicados que aún no lo han hecho puedan sumarse a estas demandas.
El abogado Fernando Gavín, de la firma Gavín y Linares, ha sido una figura clave en la victoria obtenida por decenas de clientes de Q-Renta en los procesos judiciales recientes. Trabajando junto a la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), ha permitido obligar a la agencia a devolver más de tres millones de euros a sus antiguos clientes. Sin embargo, según Gavín, el principal reto ahora es asegurar que estos clientes efectivamente reciban lo que se les adeuda, ya que el proceso de concurso de acreedores es complejo. La principal opción para recuperar el dinero es presentar una demanda a la aseguradora de Q-Renta, Chubb.
Se espera que en los próximos meses comiencen a presentarse las primeras demandas contra Chubb, aunque el abogado Fernando Gavín reconoce que probablemente habrá resistencia por parte de esta empresa internacional. Según Gavín, Chubb tiene la obligación de cubrir los costes legales, ya que las sentencias en contra de Q-Renta no se basan en ninguna conducta dolosa de sus gestores, sino en prácticas financieras cuestionables pero no ilegales.
Las sentencias recientes confirman que Q-Renta asesoró a sus clientes de manera "sesgada", sin informarles de manera concreta, clara y sincera de los riesgos de pérdida de la inversión, ni justificando que la información periódica que les remitía se ajustara a la realidad, lo que llevó a un incumplimiento contractual.
El juez también cree que Q-Renta manipuló el mercado, asesorando a ocho compañías del MAB y colocando sus acciones a sus clientes, a pesar de los riesgos añadidos para los inversores en empresas pequeñas y medianas en expansión. La demandada incumplió sus deberes de lealtad y diligencia para salvaguardar los intereses de sus clientes, lo que provocó una importante pérdida patrimonial para los clientes de la agencia.
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