Más de 8.000 empresas catalanas se verán afectadas por el pacto entre el PSOE y Junts
Los dos partidos han expresado su interés en facilitar el retorno de estas empresas a través de incentivos fiscales que podrían tener implicaciones para otras comunidades autónomas
A raíz de la crisis política e institucional desencadenada en Catalunya en octubre de 2017, miles de empresas optaron por trasladarse, entre las cuales se destacan algunas tan emblemáticas como CaixaBank, Banco Sabadell o Naturgy.
Seis años después del turbulento 2017, el pacto entre el PSOE y Junts contempla la iniciativa de desarrollar un plan que facilite y fomente el retorno a la región catalana de las sedes sociales de empresas que trasladaron sus operaciones a otras comunidades en los últimos años.
Con esta iniciativa, las empresas que pueden verse obligadas a su retorno son las siguientes.
En el ámbito bancario, CaixaBank trasladó su sede a Valencia, Banco Sabadell a Alicante, y Naturgy a Madrid. El caso de Sabadell resultó especialmente impactante, ya que Cataluña representaba el 15 % del balance total de la entidad.
Además, empresas como Abertis, Cellnex, Colonial, SegurCaixa, Applus+, Catalana Occidente, eDreams, Banco Mediolanum, la cooperativa Arquia Banca y Cementos Molins también tomaron la decisión de cambiar su sede social fuera de Catalunya en aquel momento.
Pero los bancos no fueron los únicos que marcharon. La crisis política impulsó a otras prominentes empresas familiares catalanas a mudar su domicilio social a diferentes comunidades autónomas. Entre estas se encuentran Codorníu, Idilia Foods, Hotusa, Indukern, así como un referente en el sector editorial como Planeta. Este fenómeno también se extendió a compañías extranjeras, entre las que destacan Zurich, Allianz y Bimbo.
¿CUÁNTAS EMPRESAS MARCHARON?
Un informe de la consultora Informa D&B cuantifica el constante éxodo empresarial, señalando que las ventas de las 8.000 empresas afectadas superaron los 56.000 millones de euros, una suma que se desplazó de Catalunya hacia Madrid, Valencia o Aragón.
La perspectiva de un retorno se complica debido a las divergencias en los ámbitos social, económico y fiscal, que han evolucionado en los seis años transcurridos, y muchas empresas muestran reticencia a regresar.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, explicó en octubre del 2017 (poco después de trasladar su sede social a Valencia) que la decisión se basó únicamente en consideraciones técnicas, derivadas de la "intranquilidad y nerviosismo" de sus clientes, y subrayó que "si el Consejo de Administración hubiera querido decir que el traslado iba a ser temporal, lo hubiera dicho".
VOLVER A CASA
Aunque aún no se han detallado las medidas específicas, tanto Junts como el PSOE han expresado su interés en facilitar el retorno de estas empresas a través de incentivos fiscales que podrían tener implicaciones para otras comunidades autónomas.
El PSOE se comprometió a "impulsar medidas que fomenten la autonomía financiera y el acceso al mercado" de Catalunya. Entre las principales propuestas se encuentran la transferencia del 100 % de los tributos a la Generalitat y la adaptación personalizada del sistema de financiación para atraer a las empresas que abandonaron la región a partir de 2017.
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