“Era imposible que saliera bien”: Oliu atribuye el fiasco de la opa del BBVA al precio y a la incertidumbre
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, considera que la oferta pública de adquisición planteada por el BBVA estaba condenada al fracaso por su bajo valor y la inseguridad que generaba. Junto al consejero delegado, César González-Bueno, defiende que los accionistas apostaron por la independencia del grupo.
La batalla bancaria más mediática del año ha terminado con un desenlace claro: el Banco Sabadell seguirá en solitario. En una conversación conjunta con La Vanguardia, Josep Oliu y César González-Bueno analizan las razones que llevaron a los accionistas a rechazar la opa hostil del BBVA y el escenario que se abre ahora para la entidad catalana.
El desenlace de una ofensiva fallida
Después de meses de tensión, propuestas y especulaciones, el máximo responsable del Sabadell no oculta su satisfacción. Oliu asegura que “el fracaso de la opa se debió al bajo precio que ofrecía y a la gran incertidumbre que conllevaba”. Según el presidente, la operación no solo era financieramente poco atractiva, sino que habría destruido valor para ambas entidades.
“Después de 16 meses de complicaciones, líos, la operación tenía unas grandes posibilidades de fracasar, en el sentido de destruir valor”, explicó, subrayando que el desenlace no sorprendió por completo, aunque sí la magnitud del rechazo.
El papel decisivo del accionista minoritario
Uno de los factores clave fue el voto de los pequeños inversores. Oliu destacó que “los accionistas minoritarios prefieren seguir teniendo acciones del Sabadell, que el banco se mantenga independiente. Eso explica la rotundidad de los accionistas de ‘retail’ contra la opa”.
Su consejero delegado, César González-Bueno, coincidió en el diagnóstico y añadió que “entendieron mucho mejor el proyecto nuestro versus el suyo”. Para la dirección, el apoyo masivo de los particulares demuestra confianza en la estrategia propia, orientada a reforzar la presencia nacional sin perder autonomía.
Reacciones y efectos en los mercados
Tras el anuncio del resultado, las acciones del Sabadell experimentaron una corrección inmediata. Sin embargo, Oliu restó importancia a la volatilidad: “Las cotizaciones del día después de la opa son irrelevantes. Al cabo de un par de meses veremos dónde está la acción”, apuntó con calma.
En contraste, los títulos del BBVA se apreciaron en bolsa, algo que el presidente del Sabadell interpretó con ironía: “El BBVA se ha quitado de encima un marrón importante”.
La llamada entre presidentes
La tensión entre ambas entidades dejó, pese a todo, espacio para la cordialidad. Oliu reveló que mantuvo una conversación telefónica con el presidente del BBVA, Carlos Torres, poco después de conocerse el resultado: “El resultado de la adhesión a la opa es tan bajo que no se lo esperaba él, ni yo, ni César”, relató.
El banquero reconoció que la dirección del Sabadell manejaba previsiones más optimistas para su competidor: “Pensábamos que pasaría del 30% y nuestra duda era si estaba en el 32%, el 34% o el 38%. Y si se atreverían a rebajar el umbral con un porcentaje muy bajo”.
Una vez cerrado el proceso, Oliu aseguró que quiere dejar atrás la rivalidad: “Quedaremos a cenar con nuestras mujeres ahora cuando haya pasado esto, que ya podemos volver a ser amigos”, comentó en tono distendido.
Hacia una nueva etapa: fortaleza y cautela
Con la opa ya superada, el Sabadell se centra en consolidar su posición. Oliu afirmó que la entidad sale reforzada y que “seguirá buscando alianzas que tengan sentido” sin comprometer su independencia.
González-Bueno insistió en la buena evolución del negocio principal: “En el mercado relevante, que es España, no hemos perdido. Al contrario, hemos crecido un 8% año sobre año hasta agosto”.
Ambos ejecutivos coincidieron en que no habrá movimientos inmediatos: “No vamos a llamar a la puerta de alguien el día siguiente”, puntualizó Oliu, cerrando la puerta a nuevas operaciones corporativas a corto plazo.
La visión sobre el futuro del sector
Preguntado por posibles nuevas ofertas, González-Bueno fue tajante: “No hay peligro de ningún otro movimiento, porque hostil solo podría provenir de uno de los tres grandes”. Una afirmación que refleja la calma institucional del banco tras meses de incertidumbre.
Oliu, por su parte, quiso agradecer el respaldo social recibido en Cataluña: “La sociedad civil catalana ha tenido un valor importantísimo”, subrayó, reconociendo también al principal inversor individual del Sabadell, David Martínez, como un “accionista de referencia” al que respeta profundamente.
Una independencia reafirmada
La derrota de la opa no solo cierra un capítulo financiero, sino que consolida una narrativa de resistencia y autonomía empresarial. Para el Sabadell, el mensaje de los mercados y de los accionistas ha sido inequívoco: la entidad quiere decidir su propio destino.
El tiempo dirá si la apuesta por la independencia se traduce en rentabilidad sostenida, pero, por ahora, Oliu parece convencido de que la batalla se ganó no solo en el parqué, sino en la confianza de quienes creen en el proyecto.
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