Marta Elena Feitó, ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, ha presentado su dimisión luego de que sus controvertidas declaraciones sobre la inexistencia de mendigos en el país desataran una oleada de indignación. Feitó había afirmado que las personas que se ven pidiendo limosna son en realidad individuos "disfrazados" o que buscan obtener dinero para el alcohol o revender materiales, desestimando la dura realidad de la crisis económica que golpea a la isla.
La dimisión y su contexto
Las declaraciones de Feitó, realizadas el pasado lunes ante diputados de una comisión de la Asamblea Nacional, rápidamente se viralizaron. La incredulidad y el rechazo generalizado en redes sociales y la opinión pública cubana llevaron a una fuerte presión para su salida. La Presidencia de Cuba, a través de una publicación en X, confirmó que la ministra "reconoció sus errores y presentó su renuncia", la cual fue aceptada.
Realidad vs. declaraciones
La polémica cobra mayor relevancia en un contexto donde la crisis económica ha llevado a un aumento visible de la vulnerabilidad social. En las calles de Cuba, es cada vez más común observar a personas, especialmente ancianos, pidiendo limosna, buscando comida en la basura o limpiando parabrisas para subsistir. Esta cruda realidad contrasta directamente con la afirmación de Feitó de que "en Cuba no hay mendigos", una declaración que muchos consideraron insensible y desconectada de la situación que vive una parte significativa de la población.
Reacción presidencial y crisis económica
Incluso el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se pronunció críticamente sobre la falta de sensibilidad, aunque sin mencionar directamente a Feitó. En su cuenta de X, Díaz-Canel publicó: "La falta de sensibilidad al abordar la vulnerabilidad es altamente cuestionable. La Revolución no puede dejar a nadie atrás; ese es nuestro lema, nuestra responsabilidad militante". La pensión promedio de un jubilado cubano, que ronda los 2.000 pesos cubanos al mes (equivalente a unos 5 dólares en el mercado informal), apenas cubre el costo de una caja de huevos, lo que evidencia la extrema precariedad que enfrentan muchos cubanos sin remesas del exterior. La economía cubana sigue en declive, con una contracción del Producto Interno Bruto del 1,1% en 2024, acumulando una disminución del 11% en los últimos cinco años.
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