Francia al borde del abismo: moción de confianza y amenaza de intervención del FMI

La falta de mayoría parlamentaria y la creciente deuda sitúan al país en una situación de ingobernabilidad, con protestas y posibles repercusiones para toda Europa

|
Bayroyu
Bayrou se someterá a una cuestión de confianza Foto: Europa Press

 

Francia atraviesa una grave crisis política que amenaza con generar consecuencias económicas y sociales a gran escala. El primer ministro François Bayrou anunció que someterá su gobierno a una moción de confianza ante la Asamblea Nacional el próximo 8 de septiembre, pero las previsiones son negativas: toda la izquierda, incluida su fracción más radical, los socialistas y los verdes, junto con la extrema derecha y parte de la derecha tradicional, han adelantado que votarán en contra.

Esta situación deja a Emmanuel Macron con dos opciones: nombrar a un nuevo primer ministro, que sería el séptimo desde 2017, o disolver la Asamblea y convocar elecciones anticipadas. Ninguna alternativa garantiza estabilidad política, lo que pone de relieve la falta de mayoría parlamentaria y la fragilidad del sistema de gobierno francés.

La tensión se extiende al terreno económico. El ministro de Economía, Éric Lombard, generó alarma al sugerir que, si no se controla la deuda y el déficit, el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría intervenir. Sin embargo, horas después matizó sus palabras, asegurando que “la economía francesa es sólida y no está bajo amenaza de intervención ni del FMI ni del Banco Central Europeo ni de ninguna organización internacional”. Por tanto, por ahora no existe riesgo inminente de intervención, aunque sí un escenario de alerta si las cuentas públicas se deterioran.

El Gobierno busca aplicar medidas de ajuste impopulares, como la eliminación de dos días festivos, la congelación de pensiones y salarios de funcionarios, mientras que la oposición reclama que se suban impuestos a los más ricos en lugar de afectar a la mayoría de la población. Esto ha generado malestar social y la convocatoria del movimiento “Bloqueemos Todo” para el 10 de septiembre, que recuerda a los chalecos amarillos de 2018-2019 y que podría ser amplificado por actores externos con fines desestabilizadores.

La situación política y financiera también debilita la posición internacional de Francia, un actor clave en la Unión Europea, y complica la gestión de conflictos internos como la autonomía de Córcega o el espinoso dossier de Nueva Caledonia. Mientras el país se prepara para una semana crítica, la combinación de bloqueo parlamentario, deuda elevada y tensión social lo sitúa en una situación de máxima incertidumbre.

En resumen, Francia no enfrenta una crisis inmediata de intervención externa, pero la falta de consenso político y las dificultades económicas colocan al país al borde de la ingobernabilidad, con riesgos que podrían afectar a toda Europa.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA