VIDEO| Misiles rusos dejan en Kiev al menos 10 muertos, incluyendo un niño

Kiev fue golpeada por un "ataque masivo" de Rusia durante la noche, utilizando una combinación de drones y misiles. 

La emergencia

La administración militar de la ciudad confirmó que el bombardeo ha dejado un saldo de al menos 8 personas fallecidas, entre ellas un niño. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que "la gente podría seguir atrapada bajo los escombros" y que docenas de personas resultaron heridas. En su cuenta de X, calificó el ataque como una clara respuesta a quienes "han estado pidiendo un alto el fuego y una diplomacia real". Las autoridades ucranianas informaron que cerca de 500 rescatistas y 1,000 oficiales de policía se desplegaron en múltiples lugares para responder a la emergencia.

Condena internacional 

El ataque ha provocado la condena de líderes internacionales. El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, manifestó su horror por los hechos, confirmando que la delegación de la Unión Europea en Ucrania fue dañada en un "ataque ruso deliberado". El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, denunció que Rusia atacó directamente a diplomáticos, lo que, según él, constituye una violación de la Convención de Viena. El ministro del interior, Igor Klymenko, describió la magnitud de la respuesta, que incluyó el despliegue de alpinistas, adiestradores de perros, psicólogos e ingenieros.

Avances rusos y estancamiento de la paz

Este ataque a gran escala se produce poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuviera conversaciones con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en un intento por poner fin a la guerra. Sin embargo, el impulso por las conversaciones de paz se ha estancado, sin señales de un encuentro bilateral entre Zelensky y Putin. Mientras tanto, en el campo de batalla, las tropas rusas han intensificado su ofensiva, capturando dos aldeas en la región de Dnipropetrovsk. Zelensky lamentó que "Rusia elige la balística en lugar de la mesa de negociaciones", lo que, a su juicio, demuestra que Rusia "todavía no teme las consecuencias".