Una semana después de su estreno, Reclutas (Boots), se encuentra entre las series más vistas de Netflix. Basada en el libro The Pink Marine, las memorias de Greg Cope White, aunque ambientada en una época distinta, tomando como marco los años 90 en lugar de los 70, la ficción sigue a un joven homosexual que se alista los Marines de Estados Unidos. Una historia que el Pentágono no ha dudado en cargar contra ella y la "basura woke" de la plataforma.
"Bajo el mandato del presidente Donald Trump y el secretario [Pete] Hegseth, el ejército estadounidense está recuperando el espíritu guerrero", comienza el comunicado que Kingsley Wilson, la secretaria de prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos, enviaba en respuesta a una pregunta de Entertainment Weekly sobre la serie.
"Nuestros estándares en todos los ámbitos son de élite, uniformes y neutros en cuanto al género, porque el peso de una mochila o de un ser humano no distingue si eres hombre, mujer, gay o heterosexual", prosigue el texto.
Según escribe Wilson, los funcionarios "no comprometerán nuestros estándares para complacer una agenda ideológica, a diferencia de Netflix, cuyo liderazgo produce y alimenta constantemente con basura woke a su audiencia y a los niños".
Recientemente Hegseth ha sido objeto de críticas por algunas de sus acciones contra el colectivo LGTBI, como ordenar que se borrara de un buque de la armada el nombre del fallecido Harvey Milk, activista de los derechos de los homosexuales o el intento de destituir a personas transgénero de sus puestos en el ejército.
A pesar de la retórica y políticas anti-LGTBI de la administración de Trump, el comunicado sobre Reclutas resulta inusual. Y es que, las declaraciones públicas criticando un proyecto audiovisual no han sido tan habituales durante el segundo mandato del presidente, siendo casos excepcionales su arremetida contra South Park y la suspensión del programa de Jimmy Kimmel (aunque en ambos casos la condena de la Casa Blanca no se tradujo en un descenso de audiencia, sino más bien lo contrario).
Más allá de Trump y Reclutas, Netflix, al igual que otros gigantes del entrenimiento como Disney, está siendo cada vez más criticada por ciertos sectores conservadores por la inclusión de personajes LGTBI en sus narrativas. Elon Musk ha llegado incluso a pedir el boicot al servicio de streaming por el bien de los niños.
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