Dra. Cristina Capdevila: "Bellvitge intenta adelantarse a las enfermedades"
La Dra. Cristina Capdevila es la directora del Hospital de Bellvitge. Desde el 2005 ha ejercido en la dirección de distintos departamentos y áreas hasta finalmente dar el salto a la dirección general en 2016.
Dirigir un hospital de proximidad de referencia en la comarca del Baix Llobregat y parte del barcelonés se plantea como una tarea difícil y de mucha responsabilidad. Cristina ha sido también la encargada de lidiar con la crisis de la Covid-19.
¿Cuanto tiempo llevas ejerciendo de directora del Hospital de Bellvitge?
Yo empecé a dirigir el hospital en abril del 2016, ahora hace ya seis años y medio que ejerzo el cargo. No obstante, llevaba ya una trayectoria en la dirección de distintas áreas del centro desde el 2005. Seguí todos los pasos necesarios, empezando como coordinadora en el área ambulatoria, después como subdirectora ambulatoria, dejé el hospital durante un tiempo y me fui a Mollet a trabajar y posteriormente volví como directora del centro.
¿Qué retos plantea dirigir un hospital?
Es mucha responsabilidad, porque tienes la obligación, como hospital de proximidad de dar respuesta a tu población de referencia, que son el Hospitalet i El Prat. Somos la retaguardia, Bellvitge es el hospital donde se atiende a la máxima complejidad del territorio, por lo tanto, llegan todos los casos complejos, que requieren de más tecnología y mayor ayuda. Al final aquí debes resolver estos problemas, lo que genera mucha responsabilidad y hay que estar completamente preparado para cuando llegan este tipo de casos. Además, compitiendo también con dar respuesta a las necesidades que tiene la población.
"Somos un hospital de proximidad para la población y complejo para el tratamiento de algunos caso"
Conseguir dar respuesta a estas dos necesidades es una gran responsabilidad y uno de nuestros principales retos.
¿En qué campos tenéis más dificultades?
Yo creo que la gestión de personas, tanto los pacientes como los profesionales. En Bellvitge trabajan 5.200 personas solo en el hospital, pero como trabajamos coordinados, con la atención primaria son 5.000 personas más. Tanta gente con distintas necesidades es una de las grandes dificultades de cualquier hospital. Tienes que ajustar las expectativas a nivel profesional, y a veces es difícil dar respuesta a todo lo que el mundo quiere.
¿Cómo ha evolucionado el hospital?
Cuando Bellvitge se creó, pese a que da la percepción que la estructura sigue siendo la misma, realmente el centro ha crecido mucho. Hemos tenido que incorporar, más allá de la asistencia, nuevas áreas, dando mucha importancia al diagnóstico. El diagnóstico es muy importante, por lo que las partes laboratorio, anatomía patológica, urgencias y muchas más han crecido mucho. Al paciente hay que atenderlo en distintos momentos, no solo desde su hospitalización, sino también desde el área ambulatoria y coordinadamente con el resto de hospitales del territorio.
"Se ha convertido en un hospital que intenta adelantarse a las enfermedades buscando respuestas para evitar tener una patología aguda"
¿En qué punto se encuentra actualmente el hospital?
Estamos en un proyecto increíble que junto a la colaboración con otros centros y profesionales del territorio, ha elaborado un plan estratégico conjunto que hemos podido seguir en el hospital y ahora se abren grandes oportunidades. Nuestra ubicación, estando en un lugar estratégico en el sur de Catalunya, cerca del aeropuerto, un campus universitario que también te ayuda a adelantarte a las patologías y encontrar tratamientos.
Se ha avanzado en el cáncer por ejemplo, tenemos muchos proyectos y es una muy buena oportunidad, fomentada también con los fondos Next Generation, que han sido una inyección económica para desarrollar proyectos. Tenemos que ver que pasa en los próximos años pero hemos podido crecer en asistencia y en proyectos que mejorarán los servicios y la calidad de nuestros pacientes.
¿Cómo valoráis el servicio sanitario que prestáis?
Nuestro centro busca dar dar calidad a nuestros pacientes siendo referentes dentro del sistema sanitario. Tenemos toda la tecnología necesaria y el conocimiento. Los distintos proyectos también van orientados a que nuestros profesionales estén estimulados y así incorporar gente con estas capacidades que mejoren la calidad del servicio, buscando introducir la experiencia del paciente en nuestras decisiones. La ayuda asistencial que podemos dar es muy buena, pero dar respuesta a lo que los pacientes quieren y necesitan es lo que nosotros queremos conseguir.
Yo creo que anteriormente el hospital se centraba en ayuda asistencial, ahora queremos escuchar al paciente y a la familia para ver entre todos como continuar. Este es uno de los grandes ejes que tenemos.
¿Qué tiene Bellvitge que no tienen otros hospitales?
Tenemos una posición estratégica y un gran conocimiento como instituto de investigación. El hospital también tiene un orgullo de pertenencia muy grande y comprometido con el sistema de salud, dando una respuesta a la población. Nos sentimos muy integrados dentro de nuestra ciudad. Siempre intentamos tener los mejores profesionales para dar respuesta a esta necesidad. Este sentimiento de pertenecer a la ciudad y busca de profesionales creo que nos hace únicos.
También tratamos que los profesionales se sientan orgullosos de su profesión y no vengan al hospital con un sentimiento de solo ir a trabajar.ñ La mayoría de gente que trabaja en sanidad debemos tener esta profesionalidad que debe ir más allá de trabajar.
¿Cuáles han sido los mejores y peores momentos como directora?
El mejor momento ha sido este 2022, porque estamos celebrando el 50 aniversario. También estamos saliendo de la pandemia y ya llevamos un tiempo en la dirección. Esta continuidad en los proyectos es importante y empiezan a dar sus frutos. Este año ha sido muy bueno como hospital porque también ha habido esa inyección de fondos y ha coincidido con la finalización de proyectos muy importantes y la celebración de los 50 años.
El peor momento, quitando la pandemia, fue cuando empezamos en la dirección. En el momento de coger la gerencia nos encontramos a gente muy desmotivada y reacia al cambio de directiva, pensando que ni íbamos a durar en el cargo. Convencer a tus compañeros fue muy duro. También conocías a mucha gente y tenías miedo de fallarles.
¿Cómo se ha vivido en el hospital la pandemia?
La pandemia fue un momento muy duro. En un hospital hemos vivido las distintas olas, poder combinar la gestión y seguir operando y a la vez dar respuesta a las olas era difícil porque los profesionales estaban muy cansados y no veíamos el final del túnel. Ahora nos hemos acostumbrado a que el covid convivirá con nosotros y estamos recuperando nuestra actividad. Habrá que estar alerta porque estas cosas pueden volver a suceder.
¿Habéis recuperado la normalidad hospitalaria?
Sí, nosotros en 2021 y tras el paso de la 1a ola, pensamos que pese a la gravedad de lo que estaba sucediendo, seguía habiendo gente con problemas muy graves más allá del Covid, por lo que nos pusimos como obligación dar respuesta tanto a la patología Covid como a la no Covid. La gente sigue teniendo ictus, patologías digestivas que necesitan respuesta, por lo que nosotros seguimos desarrollando proyectos y dar servicios con el objetivo incluso de mejorar los números que teníamos antes de la pandemia.
¿Cuáles crees que son los retos actuales?
Seguir manteniendo el ritmo ante los grandes retos que tenemos en la sociedad como la transformación digital y la innovación. Un proyecto muy importante es el soterramiento de la Gran Via, que permite mejorar la forma de relacionarse de los profesionales del campus. Todo ello nos ayudará a dar un mejor servicio.
Cuéntanos alguna anécdota vivida en estos años en Bellvitge
Una de las cosas que más me ha gustado fue la cena del 50 aniversario, al que vinieron muchos profesionales. Yo soy de l'Hospitalet y conozco a mucha gente de muchas áreas y soy muy amigable. En la cena éramos más de mil, viendo que venía tanta gente, intenté saludar a toda la sala y solo pude a la mitad porque nos poníamos a recordar viejos recuerdos con cada una de las personas montando cenas paralelas con los invitados que no acabarían nunca. Esto muestra la gran complicidad y compañerismo que teníamos todos. La gente que había en la cena eran mis compañeros de toda la vida.
Mira toda la historia del hospital de Bellvitge en el siguiente documento:
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