Justicia tardía! El emblemático restaurante de Lloret podrá recuperar su concesión tras un error de la Generalitat
El TSJC reconoce errores en la notificación y abre la puerta a una nueva concesión para la familia Planiol, que gestionó el local durante más de 70 años
Tras 71 años de actividad ininterrumpida, el emblemático restaurante situado en la playa de Fenals en Lloret de Mar tuvo que cerrar sus puertas. La familia Planiol, que durante generaciones había regentado el negocio, perdió la concesión administrativa al no ser correctamente informada del proceso de licitación convocado por la Generalitat. Tres años después, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) les da la razón y ordena repetir el concurso público.
Un error administrativo con consecuencias irreversibles
La clave de esta situación, según reconoce el propio tribunal, fue un fallo en la notificación. La documentación oficial sobre el nuevo concurso público fue enviada a una dirección que pertenecía a la madre de la familia, fallecida años atrás. Esto impidió que los Planiol tuvieran conocimiento del proceso y pudieran presentarse en igualdad de condiciones.
El catedrático de Derecho Administrativo Joan Manuel Trayter, que ha acompañado legalmente a la familia durante este largo proceso, subraya que el error fue evidente: “La notificación no se hizo al domicilio social actual, sino a una persona ya fallecida”. Un descuido que, en la práctica, supuso la pérdida del negocio familiar.
La justicia les da la razón, pero el perjuicio ya está hecho
Aunque la sentencia del TSJC reconoce la negligencia administrativa, el fallo llega con tres años de retraso, y durante este tiempo, el restaurante ha sido ocupado por una nueva empresa, que opera bajo otro nombre. “Ahora se abre otro procedimiento complejo —explica Trayter— porque habrá que resolver qué pasa con la concesión ya adjudicada”.
El restaurante lleva más de un año funcionando con otros propietarios, lo que complica la ejecución de la sentencia. La familia Planiol, pese al respaldo judicial, se siente profundamente perjudicada. “Es un ejemplo claro de cómo el mal funcionamiento del sistema judicial puede afectar gravemente a ciudadanos y pequeñas empresas”, lamenta el catedrático.
Posibles vías para reclamar una reparación
A pesar de que ahora podrán participar en el nuevo concurso público, los Planiol también tienen la opción de reclamar una compensación por daños y perjuicios, tanto materiales como morales. Según explica Trayter, se trataría de un procedimiento de responsabilidad patrimonial de la administración pública, previsto para estos casos donde las instituciones cometen errores que afectan directamente a los ciudadanos.
Este tipo de reclamación busca resarcir a quienes han sufrido un perjuicio injusto, y en este caso, la pérdida de un negocio familiar con más de siete décadas de trayectoria supone un daño considerable, difícilmente cuantificable.
Silencio institucional y ninguna respuesta de la empresa adjudicataria
Hasta el momento, la Generalitat no ha hecho ninguna declaración pública sobre el fallo judicial ni sobre cómo piensa gestionar la repetición del concurso. Tampoco ha trascendido si el gobierno catalán tiene intención de recurrir la sentencia, algo que aún está dentro de sus posibilidades legales.
Por su parte, los actuales gestores del restaurante, adjudicatarios del concurso original, han rechazado hacer declaraciones sobre el conflicto. La incertidumbre ahora gira en torno a qué pasará con la explotación actual del local y cómo se resolverá la nueva licitación.
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