Tossa de Mar se planta ante la masificación: aprobada la moratoria contra la 'invasión' de negocios

El municipio aprueba una moratoria de un año para elaborar un plan urbanístico que regule los usos comerciales y frene la saturación turística

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Tossa de mar
Tossa de Mar pide tiempo para aclarar su futuro turístico contra la masificación. Foto: Tossa Turisme

 

El Ayuntamiento de Tossa de Mar ha decidido poner un freno al crecimiento comercial descontrolado. Frente a una situación insostenible, el consistorio ha aprobado una moratoria de un año que suspende de manera provisional la concesión de licencias, autorizaciones y comunicaciones vinculadas a determinados negocios. El objetivo: repensar el modelo de desarrollo urbano y comercial en un municipio que, según su alcalde, ha crecido de forma “desmesurada”.

 

 

Qué actividades quedan afectadas

Durante este periodo, no se permitirán nuevas aperturas ni ampliaciones en varios sectores. La medida afecta, entre otros, a:

  • Centros de estética y cuidado personal.
  • Comercios de vinos y bebidas alcohólicas.
  • Tiendas de productos de cannabis y derivados.
  • Establecimientos de fundas y accesorios para móviles.
  • Servicios de internet público combinado.
  • Bazares multiproducto.
  • Souvenirs y tiendas de regalos.
  • Locales de comida para llevar (take away).

 

En el caso de los centros de submarinismo, náuticos y actividades acuáticas, la suspensión será aplicable a todo el término municipal.

 

Las razones de la moratoria

El alcalde de Tossa, Martí Pujals, ha explicado que la decisión responde a la necesidad de elaborar una diagnosis del comercio local, que servirá de base para diseñar un Pla Especial Urbanístic de usos comerciales, asegurando un "desarrollo equilibrado" en el municipio.

La medida llega tras la decisión de Lloret de Mar, que hace apenas un mes aplicó una moratoria similar. El consistorio temía que ciertos operadores que no pudieran instalarse en Lloret trasladaran sus negocios a Tossa, acelerando aún más la saturación. En palabras de Pujals: “Tossa ha crecido demasiado en todo: en urbanismo, en oferta hotelera... El pueblo se nos ha quedado pequeño y no nos gusta cómo está quedando.

 

Escuchar al comercio local

El plan incluirá entrevistas con comerciantes y representantes del sector, con la intención de recoger sus inquietudes y propuestas. Según el alcalde, parte de las quejas se centran en la excesiva repetición de negocios, la falta de criterios estéticos y la proliferación de productos de baja calidad que invaden las aceras.

Con una población estable de apenas 6.500 habitantes, Tossa multiplica por seis su tamaño en temporada alta, llegando a puntas de 40.000 personas entre turistas y visitantes de un solo día. Esta presión turística ha alcanzado, según el consistorio, un nivel de saturación que es necesario reducir para preservar los encantos y la identidad del municipio.

 

Una pausa para repensar el futuro

La moratoria no busca frenar el desarrollo económico, sino dar un tiempo de reflexión al municipio para planificar con criterio su crecimiento. Como afirma Pujals, el reto es “parar, pensar, dialogar con los operadores y diseñar un modelo que asegure un equilibrio entre turismo, comercio y calidad de vida de los vecinos”.

Tossa de Mar, consciente de su atractivo turístico, se enfrenta así a la difícil tarea de compatibilizar su desarrollo económico con la preservación de su identidad como pueblo mediterráneo con encanto.

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