¿Por qué no?: Chile en los BRICS+

El origen de los BRICS data en 2010. Importantes naciones, como China, Brasil, India, Rusia y Sudáfrica, fueron los que le dieron el vamos a esta iniciativa, lentamente se incorporando otras naciones como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Egipto, Etiopia, indonesia e Irán. En la reunión de los Cancilleres del BRICS+ realizada en Rio de Janeiro el 22 de abril pasado, se han sumado otros países a su membresía: Bielorrusia, Bolivia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán.

Hoy, este bloque se denomina BRICS+. Se declara como un Foro Político y Económico Internacional. Son la Voz del Sur en el escenario global. Los BRICS+ representan aproximadamente el 40% de la población global, y el 35% del PIB mundial. Las naciones de este Foro se vienen reuniendo casi anualmente con el objetivo de potenciar sus economías, y ganar voz y presencia a nivel internacional. También, convertirse en un actor geopolítico importante, de igual modo como los EEUU de Trump, o bien, como la Unión Europea.

Ha sido interesante, el interés que ha despertado en Chile el debate de por qué No ingresar a los BRICS+ o, permanecer alejado de este Foro, o bien, estar en un punto de observancia de éste. El debate sobre los BRICS+ había sido de una u otra manera omitido por diferentes responsables de la política exterior del país, o, bien, tenuemente asumido. Sobre todo, autoridades y ex autoridades responsables en este ámbito han esquivado la discusión por largo tiempo, y han entregado pareceres de baja intensidad al respecto. Esta actitud ha sido también asumida por una buena cuota de especialistas y analistas en materia internacional. Inexplicable, por decir lo menos, que se haya evadido el debate a nivel nacional, y la toma de posición con respecto a esta importante y emergente iniciativa.

Hoy, el escenario es otro, en cuanto al debate nacional sobre los BRICS+. El tema está puesto sobre la mesa y, hay mucha opinión al respecto. En dos, de las importantes y exitosas visitas internacionales del mandatario chileno, Gabriel Boric, a Brasil (21-24 abril), y a China (12-14 de mayo), esta última en el marco de su participación en la IV Reunión de ministros de RREE del Foro China-CELAC, se ha tematizado una vez más la importancia de este Foro en el escenario internacional. En la visita a Brasil, el presidente Lula, en su calidad de presidente pro tempore de este Foro invitó formalmente al presidente Boric a la Cumbre de los BRICS+ que se realizará en Rio de Janeiro entre los días 6 y 7 de julio. El presidente chileno ha aceptado la invitación. Su actitud es positiva para nuestras relaciones económicas, comerciales y políticas. Es bueno, que Chile participe de dicha Cumbre. Habrá una agenda de importantes tópicos, entre alguno de ellos como: comercio, inversiones y finanzas; cambio climático; gobernanza de la inteligencia artificial (IA).

En este contexto, las presiones tanto internas y externas para que el país No sea parte del BRICS+ como lo publicita El Mercurio, algunos analistas conservadores y, políticos de la derecha y ultraderecha, argumentando que debido a que entre los miembros de este Foro está un Estado autocrático, como Rusia y otro teocrático, como Irán, u otros argumentos secundarios, son análisis muy débiles y, carentes de profundidad analítica considerando el asedio al multilateralismo y al libre comercio internacional por parte de los EEUU.

Los defensores del “El sueño americano”, y de la nación más “democrática” del planeta, habría que recordarles que ese sueño, ya se extinguió, hoy es la “pesadilla americana” en todas sus dimensiones con la actual administración del presidente Trump. Tampoco se debe olvidar –menos en Chile- el carácter imperial e intervencionista de la política exterior de los EEUU en su historia reciente en América Latina y el Caribe (ALyC). Los EEUU han intervenido en más de 50 ocasiones y en -diferentes formas y militarmente en la política de las naciones de ALyC.

Finalmente, Chile debería ser parte de este importante Foro Mundial a la brevedad posible, confrontando las opiniones y presiones internas y externas anti BRICS+. Nuestras decisiones en política exterior no deben ser sutiles, ni obsecuentes o preocupados de sobre manera, por el qué dirá la gran potencia imperial sobre nuestras decisiones. Debemos tener más bien una política exterior independiente y soberana ante los vaivenes geopolíticos de las grandes potencias.