Bruc-Paseo de Gracia-Roc Boronat: los 76 años de RNE

Raimundo era un joven intrépido que había aprobado el examen para trabajar como locutor en los estudios recién inaugurados en 1949 por Radio Nacional de España en la calle Bruc de Barcelona. Iba y venía de la emisora al cercano Instituto Balmes donde cursaba el Bachillerato y con ello ayudaba al mantenimiento de su familia en una década de estrecheces. Una doble responsabilidad que le obligaba al esfuerzo de tener cambiar de chip. No es extraño que el duende de las ondas le gastara bromas de tanto en cuando y que eventualmente se le trastabillara alguna letra al leer el boletín informativo. Como le ocurrió aquella tarde en que, al dar una noticia referida a Pío XII, pontífice entonces felizmente reinante, se refirió a él como “Su Santidad el pepa”. No, no le echaron, aunque Julio Herrero, uno de los supervivientes de aquella época heroica, confiesa que Juan Manuel Soriano no pudo contener la carcajada.

Pues bien Julio, presidente ahora de los Veteranos de RTVE en Catalunya, me llama para recordarme que el 6 de junio es la onomástica de esta emisora que llegó para quedarse y acreditarse como un medio de información veraz, confiable y solvente y como un vivero de excelentes profesionales, algunos de los cuales, como él mismo, permanecieron hasta su jubilación mientras otros volaron por su cuenta. Como aquel Raimundo adolescente, de apellido Bassols, luego diplomático y Excelentísimo Señor Embajador de España en varios países, también afortunado superviviente. En la memoria de muchos barceloneses quedará acaso el recuerdo de su voz, como la de María Matilde Almendros, Jorge Arades, Federico Gallo, Juan Viñas, Luis del Olmo, Lola Martínez, Máximo Fernández, Jesús Foz, Maruja Fernández, Juan Lluch, José Félix Pons, José María Tavera, Montserrat Minobis, Constantino Romero, amén de un larguísimo etcétera.

Radio Nacional ha tenido a lo largo de su fecunda presencia en Barcelona tres sedes diferentes. La primera, en la citada calle Bruc, donde Julio recuerda que también vivía Soriano por lo que, a primera hora de la mañana, podía desplazarse en pijama y batín desde su domicilio hasta el estudio para leer el primer boletín. Luego permaneció seis décadas en el número 1 de Paseo de Gracia -y allí nació en 1976 una hija llamada Ràdio 4, “la radio nacional en català”-, donde yo mismo tuve el honor de trabajar hasta mi jubilación, para recalar finalmente en el 22@, en la calle de Roc Boronat, antes conocida como Luchana.

Aquel legendario semanario de humor llamado “la Codorniz” tenía una sección denominada “Donde no hay publicidad resplandece la verdad” y esta ha sido a lo largo de toda su ejecutoria una de las notas de RNE, la de prescindir de la publicidad. Pero también ha mantenido otras notas más importantes aún: el carácter de servicio público, la probidad informativa, la seriedad, fiabilidad y, “last but not least”, el rigor en el uso del idioma y de la palabra: el español en Radio 1, 2, 3 y 5 y el catalán en Ràdio 4 y ocasionalmente en Radio 5.  Amén de otros muchos idiomas en Radio Exterior de España. Lo que en estos tiempos en que hablamos y pronunciamos castellano y catalán tan descuidadamente y con una lamentable pérdida de riqueza léxica, el ejemplo de RNE constituye un magisterio del inapreciable valor. ¡Feliz cumpleaños, Radio Nacional!