El Tribunal Constitucional pone rumbo al aval de la ley de amnistía pese a las presiones del PP

El Tribunal Constitucional (TC) ha comenzado esta semana un debate decisivo sobre la ley de amnistía. Lo hace con la vista puesta en una resolución definitiva prevista para finales de junio, concretamente durante un pleno extraordinario convocado del 23 al 27 de junio, coincidiendo con la semana de Sant Joan. El objetivo: cerrar una de las cuestiones políticas y jurídicas más relevantes de los últimos años.

El documento base para la deliberación es un borrador elaborado por la vicepresidenta del TC, Inmaculada Montalbán, que valida la esencia de la ley, aunque propone tres ajustes técnicos. La iniciativa ha sido impulsada con la intención de fortalecer la convivencia democrática y rebajar la tensión política heredada del conflicto catalán.

Un debate con calendario cerrado y mayoría favorable

El presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, ha confirmado que el pleno se celebrará a lo largo de cinco jornadas, una decisión que responde a la solicitud del magistrado Enrique Arnaldo, quien pidió más tiempo para analizar a fondo la ponencia. La medida busca garantizar que la discusión se realice de manera continua y sin interrupciones, facilitando así un fallo antes del cierre de junio.

Según fuentes del tribunal, se espera que el borrador de Montalbán reciba el respaldo de seis magistrados de perfil progresista, mientras que cuatro conservadores votarán en contra. Dos jueces no participarán: el progresista Juan Carlos Campo, que se abstuvo voluntariamente, y el conservador José María Macías, que fue recusado.

El PP insiste en frenar la sentencia, pero el TC mantiene el rumbo

Durante las últimas semanas, el Partido Popular ha desplegado varias maniobras para retrasar la sentencia. Ha pedido al tribunal que aguarde a que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resuelva cuestiones prejudiciales relacionadas con la norma. También ha solicitado la recusación de Conde-Pumpido por una supuesta incompatibilidad derivada de la actuación pasada de su esposa.

No obstante, todo apunta a que estas peticiones serán rechazadas por el pleno. El Tribunal Constitucional quiere centrarse en el contenido de la ley y evitar que la dilación procesal interfiera en el calendario previsto.

Tres correcciones menores en una ley con amplio respaldo

El texto elaborado por Montalbán propone tres modificaciones que no alteran la estructura fundamental de la ley:

• Delimitar el periodo de aplicación entre el 1 de noviembre de 2011 y el 13 de noviembre de 2023.
• Incluir en la amnistía a personas que se manifestaron contra el procés independentista, para evitar un sesgo en su aplicación.
• Escuchar también a las acusaciones populares —y no solo al Ministerio Fiscal y a los entes públicos perjudicados— antes de archivar causas en el Tribunal de Cuentas.

El resto de los argumentos esgrimidos por el PP han sido rechazados de forma contundente. El borrador sostiene que el legislador tiene margen para actuar siempre que no contradiga explícitamente la Constitución, y subraya que la ley persigue objetivos legítimos de reconciliación y cohesión social.

Puigdemont y Junqueras: sin cambios inmediatos

A pesar del paso firme del Constitucional, la situación de los líderes del procés, como Carles Puigdemont u Oriol Junqueras, no cambiará por ahora. La sentencia en curso no aborda el delito de malversación, ya que el recurso del PP no lo incluye expresamente.

Este detalle es clave, ya que el Tribunal Supremo se apoya en una interpretación estricta del delito de malversación —con posible enriquecimiento personal mediante fondos públicos— para negar la aplicación de la amnistía a varios dirigentes independentistas.

Será necesario esperar a que el TC resuelva los recursos de amparo presentados por los propios líderes del procés para que se pronuncie sobre esta cuestión. Solo entonces se podrá cuestionar jurídicamente la interpretación que el Supremo hace del delito.

Un proceso que aún puede alargarse durante años

Aunque el Constitucional emita su fallo este junio, la batalla judicial dista mucho de haber terminado. Todo indica que, una vez empiecen a llegar las sentencias favorables desde el TC, el Tribunal Supremo derivará el caso al Tribunal de Justicia de la UE, una vía que podría extenderse durante varios años.

Por lo tanto, aunque la ley de amnistía esté cerca de ser avalada, su aplicación efectiva sobre los casos más simbólicos del procés seguirá bloqueada por criterios interpretativos del Supremo y los tiempos lentos del sistema judicial europeo.