El entorno de Puigdemont teme que Europa frene su regreso este año tras las dudas del TJUE sobre la amnistía
La vista celebrada en la Sala Grande del TJUE ha sido seguida con especial atención por el equipo jurídico de Puigdemont,
La vista preliminar celebrada esta semana en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha encendido las alarmas en el entorno de Carles Puigdemont. Su círculo más próximo, así como el núcleo del independentismo catalán, empieza a asumir que un regreso a España este otoño —como aspiraba el expresidente— podría quedar frustrado si el alto tribunal europeo se muestra crítico con la Ley de Amnistía.
La preocupación se centra en que el TJUE opte por dejar en manos de los tribunales españoles la interpretación y aplicación final de la ley. Si así fuera, sería el Tribunal Supremo o el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña quienes decidirían sobre los casos pendientes, algo que en Junts consideran un escenario altamente desfavorable.
Un ambiente poco favorable en Luxemburgo
La vista celebrada en la Sala Grande del TJUE ha sido seguida con especial atención por el equipo jurídico de Puigdemont, encabezado por el abogado Gonzalo Boye, quien ya ha expresado públicamente su malestar. En declaraciones a la Cadena SER, Boye calificó como “charlatanería” las intervenciones del abogado de la Comisión Europea, y llegó a compararlas con un “mitin de Vox”.
Uno de los momentos más delicados fue cuando el presidente del tribunal, Koen Lenaerts, preguntó directamente si la ley española de amnistía podría violar la directiva europea contra el terrorismo. Esa cuestión dejó visiblemente tensos a los juristas del independentismo presentes en Luxemburgo.
Cuestionamientos desde la Comisión Europea
La propia Comisión Europea ha introducido un argumento especialmente espinoso: el riesgo de que la ley se considere una autoamnistía, dado que fue aprobada gracias a los votos de quienes resultan beneficiados por ella. Además, subraya que forma parte de un acuerdo político de investidura, lo que compromete tanto al independentismo como al Gobierno de Pedro Sánchez, que ha defendido la legalidad y legitimidad de la norma.
El mito europeo se resquebraja
Durante años, Junts y el independentismo han sostenido que la justicia española estaba viciada y que sería en Europa donde encontrarían reconocimiento y respaldo a su causa. Sin embargo, los sucesivos fallos en contra en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos —todos ellos desfavorables para los líderes del procés— han ido debilitando ese relato.
Ahora, una posible sentencia negativa por parte del TJUE podría consolidar la percepción de que Europa tampoco valida los argumentos jurídicos del independentismo, lo que afectaría directamente al relato de “España no es una democracia plena” con el que se ha justificado la vía unilateral.
Preparando el terreno para una derrota
Ante este panorama, en el entorno de Puigdemont se extiende la sensación de que el regreso a Cataluña en 2025 ya no es una posibilidad realista. Junts comienza a preparar a su electorado para una nueva decepción judicial y a sugerir que las instituciones europeas están influidas por juristas españoles, lo que, a su juicio, distorsionaría la imparcialidad de los procesos.
Con el foco puesto en Luxemburgo, los próximos pasos del TJUE marcarán el futuro inmediato de Puigdemont, de la Ley de Amnistía y, en buena medida, de la estrategia política del independentismo catalán de cara al nuevo curso político.
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