Vídeo | Illa asiste al desfile del 12-O y reivindica “una España plural y diversa” en una jornada sin incidentes
El president de la Generalitat participa en el acto central de la Fiesta Nacional junto a los Reyes y las principales autoridades del Estado.
Madrid ha vuelto a convertirse en el epicentro de la Fiesta Nacional este 12 de octubre, con un desfile militar que ha reunido a miles de ciudadanos en el Paseo del Prado y Recoletos. Bajo un cielo encapotado, la jornada ha transcurrido con solemnidad, respeto y sin altercados, pese a la reducción del desfile aéreo a causa del mal tiempo.
El evento ha estado presidido por los Reyes, acompañados de la Familia Real al completo, en una ceremonia en la que el simbolismo, la tradición y el mensaje de unidad han sido protagonistas. Este año, además, el acto ha contado con una presencia especialmente significativa: la del president de la Generalitat, Salvador Illa.
Salvador Illa: una presencia con significado político
La asistencia de Salvador Illa al desfile ha marcado un hito institucional. Su presencia, discreta pero notoria, ha sido interpretada como un gesto inequívoco de normalización entre Catalunya y el Estado, tras años de distanciamiento político. Sentado junto a las principales autoridades del país, el president ha representado la voluntad de contribuir a una convivencia basada en el respeto y la cooperación.
En declaraciones a los medios tras el acto, Illa ha afirmado que “España es plural, diversa y compleja, pero esa diversidad es precisamente su mayor fortaleza”.
También ha insistido en que “la convivencia es reconocer y garantizar la pluralidad” y ha llamado a “proteger esta España de todos y todas y poner el acento en aquello que nos une”.
El gesto no ha pasado desapercibido entre las autoridades presentes. Su presencia en la tribuna del desfile —junto a los Reyes, el presidente Pedro Sánchez y la presidenta del Congreso, Francina Armengol— ha sido vista como una apuesta por la institucionalidad, la estabilidad y el entendimiento territorial.
Fuentes del entorno del president han subrayado que su participación responde a la voluntad de “representar a Catalunya en los espacios de Estado desde el respeto a la pluralidad y la lealtad institucional”. Para Illa, la imagen de una España unida en la diversidad “no es una contradicción, sino una necesidad democrática”.
Los Reyes, al frente del acto
El acto ha comenzado puntual, a las 11 horas, con la llegada de los Reyes y sus hijas. Felipe VI, con el uniforme de gala de la Armada, ha presidido la ceremonia junto a la reina Letizia, la princesa Leonor —que lucía el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio— y la infanta Sofía, que regresaba tras dos años de ausencia por sus estudios en Gales.
La parada militar ha recorrido el Paseo del Prado y Recoletos hasta la plaza de Colón, repitiendo el trazado de los dos últimos años. La climatología adversa ha obligado a recortar la exhibición aérea, aunque el desfile terrestre se ha desarrollado con total normalidad.
Miles de personas han aplaudido el paso de las tropas y vehículos, en un ambiente de orgullo y reconocimiento a las Fuerzas Armadas.
Ambiente político y presencia institucional
En la tribuna de autoridades se han reunido los principales representantes del Estado: Pedro Sánchez, Margarita Robles, Alberto Núñez Feijóo, Francina Armengol, Pedro Rollán, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, entre otros.
El Gobierno ha acudido en pleno, con la excepción de algunos ministros de Sumar que se encontraban en viaje oficial.
Pedro Sánchez ha sido recibido con los habituales abucheos de parte del público, aunque el acto ha transcurrido sin altercados. El tono general ha sido de respeto institucional, marcado por el simbolismo del Día de la Fiesta Nacional.
Por el contrario, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha optado por no subir a la tribuna y seguir el desfile desde la calle, alegando que no quería coincidir con el presidente del Gobierno, al considerar que estos eventos “blanquean su corrupción”.
El homenaje a la bandera y los caídos
Entre los momentos más emotivos de la jornada ha destacado el salto paracaidista con la bandera nacional, protagonizado por el sargento primero Óscar Marsal, de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA).
Marsal ha portado una enseña de 24 metros cuadrados y 15 kilos de peso, aterrizando junto a la fuente de Neptuno por precaución meteorológica. Los aplausos del público han acompañado el izado de la bandera y el homenaje a los que dieron su vida por España, en un instante de silencio y solemnidad.
Innovación aérea y despliegue terrestre
La exhibición aérea ha contado por primera vez con la Formación Mirlo, que sustituye a la histórica Patrulla Águila tras la retirada de los aviones C-101. Los nuevos Pilatus PC-21, más modernos y sostenibles, han dibujado los colores de la bandera nacional sobre Madrid, simbolizando el relevo tecnológico del Ejército del Aire.
En tierra, 3.847 efectivos —de los cuales 524 son mujeres— han desfilado ante los Reyes y las autoridades. Han participado 123 vehículos, 229 caballos, 39 motos y seis perros de unidades especializadas.
La Legión ha vuelto a despertar expectación con su tradicional paso del Tercio “Gran Capitán” 1.º y la mascota “Baraka”, mientras que la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha conmemorado su vigésimo aniversario con dos destacamentos.
Recepción en el Palacio Real
Finalizado el desfile, los Reyes, la Familia Real y las autoridades —entre ellas Illa— se han desplazado al Palacio Real para la tradicional recepción institucional.
Allí, Felipe VI ha agradecido la presencia de los representantes civiles y militares, destacando la importancia de la cohesión y el servicio público.
Durante el encuentro, el president catalán ha intercambiado impresiones con varios ministros y con responsables de Defensa, reforzando su mensaje de cooperación institucional. Su presencia en la recepción ha sido vista como la confirmación de un nuevo clima político más constructivo entre Catalunya y el Gobierno central.
Un mensaje de cohesión y respeto
La jornada ha finalizado con un tono de sobriedad y armonía. Más allá del protocolo y el boato militar, el 12 de octubre ha dejado una imagen de unidad institucional y de respeto entre sensibilidades políticas diversas.
En palabras de Salvador Illa, “solo desde el respeto mutuo y la cooperación podremos construir una España moderna, cohesionada y de todos”.
Un mensaje que, en medio de un contexto político fragmentado, resuena con fuerza como apuesta por la convivencia y la estabilidad.
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