Sumar reta a Junts a “estar a la altura” y desbloquear la reducción de jornada con bonificaciones para pymes
Ana Vidal denuncia que en su grupo a menudo se sienten “un poco solas” debido a la falta de apoyo del PSOE en las negociaciones
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales ha encendido las tensiones en el Congreso y ha evidenciado las grietas dentro del bloque progresista. En un momento clave para la tramitación de esta reforma laboral emblemática, Aina Vidal, diputada de En Comú y portavoz adjunta de Sumar, ha lanzado un mensaje contundente tanto a Junts como al PSOE, sus dos interlocutores principales en este debate: altura política, responsabilidad histórica y compromiso real.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Vidal ha lamentado que desde su espacio político “a veces nos encontramos un poco solas” en las negociaciones, apuntando directamente al Partido Socialista. Según la diputada catalana, el PSOE no está acompañando con la intensidad deseada una iniciativa que, a su juicio, tiene un respaldo ciudadano “inmenso y transversal” y que constituye un paso clave hacia un modelo laboral más justo.
“Lo importante es que estas medidas se aprueben. No quiero entrar en chismes, pero el PSOE ha gobernado muchos años y ha impulsado reformas que abrieron la puerta a retrocesos laborales”, ha criticado Vidal con dureza.
Pero las críticas no han ido solo a su socio de gobierno. Vidal ha puesto el foco en Junts, la formación liderada por Carles Puigdemont, que ya ha anunciado su rechazo a la medida y ha registrado una enmienda a la totalidad para frenar el texto. “Les pido un poquito más de altura”, ha dicho Vidal, señalando que una formación democrática no puede ignorar el clamor social en favor de una mejora laboral de esta envergadura.
La dirigente de En Comú ha recordado que el objetivo final del espacio que lidera Yolanda Díaz es alcanzar una jornada laboral de 32 horas semanales, pero que este primer paso ya tendría un impacto positivo enorme: mayor productividad, menos estrés, más salud mental y mejor conciliación para miles de personas trabajadoras.
Un proyecto con base científica y apoyo económico
La propuesta de Sumar no solo cuenta con un sólido respaldo social, sino también con base empírica. Según Vidal, “donde se ha aplicado la reducción de jornada, ha mejorado la productividad y el bienestar”. Por eso, el plan incluye bonificaciones de hasta el 100% en las cotizaciones sociales para pequeñas y medianas empresas que contraten personal adicional para implementar el cambio.
En este contexto, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha intensificado las conversaciones con Junts y patronales para tejer acuerdos. Esta misma semana, Sumar se sentará con los representantes de Puigdemont y con los empresarios para seguir negociando una salida pactada.
Una batalla simbólica para el bloque progresista
Lo que está en juego no es solo una cuestión técnica sobre horarios, sino un símbolo de hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno progresista en su apuesta por un nuevo modelo laboral. El hecho de que Sumar tenga que presionar en solitario, sin el respaldo explícito del PSOE, ha generado malestar en sus filas.
“No sería imaginable la reforma del PP sin que antes el PSOE hubiera abierto el campo con sus propias políticas”, ha afirmado Vidal, en una de las críticas más duras lanzadas hasta ahora desde Sumar a sus socios socialistas.
En medio de estas tensiones, la diputada insiste en que no quiere alimentar disputas internas, pero deja claro que su formación seguirá “empujando sola si hace falta” para que esta reforma llegue a buen puerto.
La hora de la verdad
La reducción de la jornada laboral se ha convertido en una prueba de fuego para el Gobierno y para la cohesión del bloque de investidura. Mientras Junts juega la carta del rechazo y el PSOE mantiene un perfil bajo, Sumar ha asumido el liderazgo político y discursivo de una medida que podría marcar un antes y un después en la historia laboral de España. Y Aina Vidal, lejos de suavizar el tono, ha dejado claro que no habrá retrocesos.
“Nos hemos ganado el derecho al tiempo”, ha zanjado.
Con esta frase, la diputada sintetiza el espíritu de una lucha que no es solo por las horas, sino por la dignidad del trabajo en pleno siglo XXI.
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