Ayuso desafía a Feijóo: El "un militante, un voto" agita el debate interno del PP

Este lunes, el Partido Popular pone en marcha un proceso clave para su futuro: la votación que ratificará a Alberto Núñez Feijóo como líder de la formación durante los próximos cuatro años. Pero esta votación marca algo más que una reelección. Representa, de hecho, el último capítulo del actual sistema de primarias, ya que la próxima reforma de estatutos eliminará este mecanismo de elección directa por parte de los afiliados.

Hacia un modelo de compromisarios: vuelta al pasado

Según el borrador de la nueva ponencia de estatutos, que se debatirá y votará en el próximo congreso nacional de julio, el PP plantea sustituir el actual modelo asambleario por un sistema de compromisarios. En la práctica, esto significa que los militantes ya no votarán directamente al presidente del partido, sino que elegirán a sus representantes, quienes serán los encargados de tomar esa decisión.

Esta propuesta cuenta con el respaldo de la dirección nacional y el apoyo de varios barones autonómicos, aunque no está exenta de discrepancias internas.

La posición de Madrid y la visión de Ayuso

Uno de los focos de debate se encuentra en Madrid, donde la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha manifestado su desacuerdo con la reforma. En una reciente entrevista, Ayuso defendió el principio de "un militante, un voto", una fórmula que, según ella, otorga más legitimidad democrática y participación real a la base del partido.

Sin embargo, desde la sede nacional del PP en Génova aseguran que no existe ningún conflicto interno y que el objetivo es alcanzar un consenso amplio. También en el entorno de la Puerta del Sol, colaboradores de Ayuso insisten en que no hay tensiones: “No va a haber ningún problema”, afirman.

Un sistema que genera dudas desde 2018

El modelo actual fue estrenado en 2018 tras la marcha de Mariano Rajoy, cuando una primera vuelta abierta a la militancia dio como favorita a Soraya Sáenz de Santamaría, pero los compromisarios terminaron eligiendo a Pablo Casado. Este desenlace evidenció las grietas del sistema, generando tensiones y división dentro del partido.

Feijóo, que accedió al liderazgo en 2022 con un apoyo casi unánime, considera que es momento de revisar y corregir ese mecanismo. Su propuesta busca un equilibrio: que los militantes mantengan su voz eligiendo a los compromisarios, pero que sean estos últimos quienes decidan finalmente quién lidera el partido.

La votación a Feijóo, el final de una etapa

Con la votación de este lunes, el proceso congresual entra en su recta final. Primero fueron los avales —Feijóo logró la cifra más alta de apoyos en la historia reciente del PP— y ahora son los afiliados quienes refrendan su candidatura. En las próximas semanas, los compromisarios culminarán el proceso con la proclamación oficial en el congreso nacional.

Desde su entorno en Galicia, el equipo de Feijóo destaca el ambiente de estabilidad interna: “En tiempos difíciles y desde la oposición, no es fácil lograr este nivel de unidad. Ese clima de sosiego es fruto de su liderazgo”, subrayan.

Una reforma pendiente de definir los detalles

Aunque todo apunta a que el nuevo modelo será aprobado, aún quedan incógnitas por resolver, como el papel concreto que tendrán los compromisarios y cómo se garantizará que el voto de los militantes siga siendo relevante.

En palabras de fuentes internas del PP: "Cada afiliado votará y su voto contará, porque elegirá a quienes lo representen en el congreso". Para algunos dirigentes, la existencia de primarias solo es necesaria cuando no hay liderazgos sólidos, algo que, afirman, no es el caso actual del PP.

Redacción en marcha y próxima apertura a enmiendas

La propuesta estatutaria está siendo elaborada por un equipo de dirigentes de peso: Fernando López Miras (presidente de Murcia), María Guardiola (presidenta de Extremadura), Gema Igual (alcaldesa de Santander) y Dani Sirera (portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona). Una vez presentado el texto, los militantes tendrán la oportunidad de presentar enmiendas, asegurando así un proceso participativo y abierto.