Moción de censura en el horizonte: El PP aprovecha el "caso Cerdán" para desafiar a Sánchez
Feijóo inicia contactos con los socios parlamentarios del PSOE y exige responsabilidades políticas por la implicación de Cerdán en una presunta trama de corrupción
La reciente entrada en prisión de Santos Cerdán, exnúmero tres del PSOE, ha desencadenado una ola de reacciones políticas que amenaza con reconfigurar el tablero parlamentario. El Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, considera que este caso marca un "punto de no retorno" para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha anunciado el inicio de una ronda de contactos con distintos grupos parlamentarios para explorar una posible moción de censura.
El motivo: la presunta implicación de Cerdán en una trama de comisiones ilegales vinculadas a obras públicas, un escándalo que, según el PP, "afecta directamente" al presidente del Ejecutivo.
Feijóo: “Es insostenible que Sánchez siga en el cargo”
Tras solicitar el pasado lunes la dimisión inmediata de Sánchez y la convocatoria de elecciones anticipadas, Feijóo ha dado un paso más este martes al iniciar conversaciones con partidos que tradicionalmente han apoyado al PSOE, en busca de posibles apoyos para una moción de censura. Desde el PP se argumenta que el caso no es un episodio aislado, sino una muestra del deterioro institucional bajo el actual gobierno.
Cuca Gamarra, secretaria general del PP, ha dirigido sus críticas hacia los socios parlamentarios de Sánchez, a quienes ha exigido que se posicionen públicamente sobre el caso. Aunque por el momento no ha confirmado si los populares registrarán formalmente una moción de censura, sí ha insistido en que la situación exige una respuesta contundente.
“Si Cerdán cae judicialmente, Sánchez debe caer políticamente”
Gamarra ha recordado que Santos Cerdán fue una figura clave en las negociaciones de la moción de censura que en 2018 desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa. Según sus palabras, “Sánchez es presidente gracias a Cerdán, y Cerdán hizo lo que hizo gracias a Sánchez”, por lo que la responsabilidad política debe ser compartida.
En esa misma línea, Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, ha lanzado un claro mensaje al jefe del Ejecutivo: “Pedro Sánchez, dimite”. Tellado ha reprochado al PSOE su estrategia de “victimización” y su intento, dice, de desviar la atención culpando a la oposición, los jueces o los medios de comunicación.
Vox y Ayuso también elevan el tono contra el Gobierno
Desde la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha acusado a Sánchez y sus aliados de estar “pactando la destrucción del Estado” y ha calificado a la actual legislatura como “secuestrada por delincuentes”. En su intervención, señaló directamente a Cerdán como pieza clave de un "pacto secreto de legislatura" con fuerzas como Puigdemont, Bildu o el PNV, a los que tildó de "malversadores, mafiosos y terroristas".
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha considerado insuficiente la detención de Cerdán y ha reclamado que “todos los implicados” en la supuesta trama, incluyendo a Pedro Sánchez, “acaben en prisión”.
Sánchez defiende la contundencia del PSOE ante la justicia
Ante el alud de críticas, Pedro Sánchez ha defendido la actuación del PSOE, asegurando que el partido ha respondido al caso con “contundencia política” y ofreciendo “máxima colaboración” con la justicia. Así lo declaró durante una rueda de prensa junto al secretario general de la ONU, António Guterres, en el marco de la IV Cumbre Internacional de Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, también se ha pronunciado, calificando de “dura” la decisión del Tribunal Supremo, pero reafirmando el compromiso del Gobierno con la "tolerancia cero" frente a la corrupción. En la misma línea, María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno, ha descartado una convocatoria electoral anticipada y ha recalcado que el caso Cerdán es un “asunto personal”, desligado del PSOE como organización.
Críticas internas en el PSOE
No solo la oposición ha alzado la voz. Desde el propio partido, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido que "no se puede hacer pasar por víctima quien ha sido determinante en esta trayectoria política", en referencia tanto a Cerdán como al exministro José Luis Ábalos.
Este escenario pone a Sánchez en una situación política delicada, con presiones externas e internas que podrían influir en la estabilidad de su gobierno en los próximos meses. El futuro de la legislatura dependerá, en buena medida, de cómo evolucione este caso y de la capacidad del Ejecutivo para resistir las embestidas de sus adversarios.
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