El PP se defiende de las acusaciones de "racismo" en Jumilla
El Gobierno central ha anunciado que seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan derivarse de esta medida, que la Moncloa califica como "un nuevo ejemplo de la deriva extremista y excluyente" de los pactos entre la derecha y la ultraderecha.
la decisión del Ayuntamiento de Jumilla, en Murcia, de prohibir los actos religiosos en sus instalaciones deportivas ha desatado una fuerte polémica y una oleada de críticas por parte del Gobierno central. El acuerdo, aprobado por PP y Vox, ha sido calificado por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, como "absolutamente racista", mientras que el Ejecutivo central asegura que esta medida es un ejemplo de la "deriva extremista y excluyente" de los gobiernos de la derecha con la ultraderecha.
El Gobierno advierte y se solidariza
El Ejecutivo ha asegurado que, a través de su Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan potenciarse a raíz de esta iniciativa. Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han señalado que la medida atenta contra la "libertad y dignidad de las personas". La ministra Saiz ha expresado su "máxima condena" a la moción y se ha solidarizado con los vecinos de Jumilla, insistiendo en que estarán "muy vigilantes para proteger y acompañar a la población" y en "estrecha colaboración" con Interior y la Fiscalía para "frenar cualquier intento de propagar el odio". Además, ha defendido a la población migrante, que en Jumilla representa el 20% de los afiliados a la Seguridad Social, afirmando que sin ellos la localidad "colapsaría".
El PP defiende su posición y niega el racismo
Ante las acusaciones, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, se ha defendido calificando a su partido como "el partido de la libertad" y un partido "constitucionalista" que respeta las "creencias y costumbres de todos". Ha asegurado que la resolución aprobada son "solo dos puntos" en los que "no hay referencia a religión o rito" y ha negado que el PP señale a nadie.
El Ayuntamiento de Jumilla
Por su parte, la alcaldesa de Jumilla, Seve González, ha defendido la medida, argumentando que las limitaciones solo afectan a los espacios deportivos, mientras que el resto de instalaciones municipales estarán a disposición de toda la sociedad. González ha negado que la decisión "vetara" a alguien por su origen religioso y ha acusado a otros de "tergiversar lo ocurrido de forma intencionada". La alcaldesa ha insistido en que la convivencia en Jumilla es y ha sido siempre pacífica, con 72 nacionalidades conviviendo sin problemas.
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