El Ejecutivo considera que la medida, aprobada por PP y Vox, vulnera la libertad de culto y podría suponer una discriminación directa contra la comunidad musulmana
El Gobierno central ha anunciado que seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan derivarse de esta medida, que la Moncloa califica como "un nuevo ejemplo de la deriva extremista y excluyente" de los pactos entre la derecha y la ultraderecha.