La moción de censura contra Aragonès: una utopía inalcanzable por la polarización en el Parlament
En el caso de Aragonès, la moción de censura solo tendría sentido que llegara por dos vías: Junts o el PSC, y ambas nacen muertas.

El Govern de Pere Aragonès ha nacido débil, con 33 diputados en el Parlament y por tanto, con la necesidad de apoyos parlamentarios para seguir gobernando. Esta circunstancia es conocida por algunos de los partidos del hemiciclo, especialmente por sus antiguos socios de Junts, que no dudarán en clavar la estocada final a los republicanos si tienen la oportunidad. Así, utilizan la retórica para hacer ver que el Parlament podría tumbar a Aragonès si así se lo propone. Sin embargo, tal y como os mostraremos en este artículo, la polarización en el hemiciclo provoca que la moción de censura contra Aragonès sea actualmente una utopía, porque ningún bloque suma lo suficiente para sacarlo del Palau.
Para que progrese una moción de censura se debe presentar a un candidato y conseguir el apoyo de la mayoría absoluta de la cámara - 68 diputados en el caso del Parlament-. En el caso de Aragonès, la moción de censura solo tendría sentido que llegara por dos vías: Junts o el PSC, y ambas nacen muertas.
Los de Junts solo tienen 32 diputados, y una hipotética moción de censura a ERC presentando un candidato de sus filas no sería apoyada por absolutamente ningún otro grupo parlamentario catalán: están enfrentados con todas las fuerzas constitucionalistas y por el lado independentista, sería muy extraño imaginar a la CUP apoyando una moción de censura de Junts contra ERC. Y aunque eso ocurriera, nunca conseguirían sumar suficiente como para ganar la mayoría absoluta y conseguir el cese del President.
Por tanto, el PSC de Salvador Illa tampoco sería una candidatura que pueda echar a Aragonès del Palau de la Generalitat. En primer lugar, porque el partido ha desestimado presentar la moción que sugirió el presidente de Cs de Catalunya, Carlos Carrizosa, quien añadió que su partido lo apoyaría: "No lo tengo en la cabeza en este momento", afirmó Illa. Y en segundo lugar, tampoco le salen las cuentas y por tanto, sería un proyecto que no iría a ningún sitio. Los socialistas tienen, igual que ERC, 33 diputados en el Parlament, y una moción de censura con Illa como candidato solo podría ser apoyada por el bloque constitucionalista: PP, Cs y Los Comuns, que suman 17 escaños. Es decir, estarían muy lejos de conseguir una mayoría absoluta para desalojar a Aragonès. El apoyo de Vox tampoco garantizaría a Illa lograr la mayoría absoluta, y en Junts no se pueden permitir una moción de censura contra Pere Aragonès para investir a Illa.
Con este escenario, Aragonès puede que lo tenga complicado para gobernar y sacar las leyes adelante, pero tampoco verá peligrar su posición a través de una moción de censura. Delante a una oposición dividida, que es totalmente incapaz de pactar entre sí para lograr una mayoría que cuestione su liderazgo. Y de repetirse las elecciones con un resultado parecido, también serían incapaces de pactar una mayoría alternativa que consiga llegar a la Generalitat sin el apoyo de ERC. De momento, no hay peligro para el nuevo Govern de Aragonès.
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