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El domingo 30 de octubre será el día en el que dormiremos una hora más, ya que las tres de la mañana pasarán a ser las dos
Este domingo 30 de octubre, España cambiará sus relojes al horario de invierno y deberemos retrasarlos una hora, de forma que a las tres de la mañana deberán ser las dos de la mañana... esto significa una hora extra para dormir. Los cambios de hora nunca nos sientan bien pero, ¿a nuestra salud? ¿Son convenientes en este sentido?¿Qué podemos hacer para sobrellevarlo mejor?
Efectivamente, por si tenías alguna duda: los cambios de hora afectan a nuestra salud de varias formas. En primer lugar, por la privación de sueño en los días de trabajo. Es decir, si adelantamos el reloj una hora pero tenemos que ir a trabajar a la misma, significa que nuestro cuerpo estará acostumbrado a un horario que no seguirá a partir del domingo.
Además, el hecho de que el cambio de hora llegue en el fin de semana provoca que se prolongue el sueño: cambiamos nuestros horarios y entramos en otro problema cronobiológico, un 'jet lag social' descrito hace poco, con consecuencias para la salud, y que no consigue corregir la deuda de sueño acumulada durante la semana con una privación de sueño.
El tercer efecto haría referencia a la comida: cenamos muy tarde, y eso se asocia a unos peores índices metabólicos y a un mayor riesgo de sufrir sobrepeso y obesidad.
LA NECESIDAD DE DORMIR
El desbarajuste de las horas de sueño es negativo para nuestra salud, ya que el cuerpo este tiempo para poner el cerebro a punto para afrontar un nuevo día. Para hacer un símil, en la Fórmula 1 los coches necesitan parar en boxes para cambiar los neumáticos y que así pueda seguir adelante con la carrera. Pues esta parada en boxes sería el sueño, y el coche sería nuestro cuerpo.
Además, dormir es necesario para limpiar el cerebro de sustancias tóxicas que se acumulan con la actividad diurna, sustancias "bastantes dañinas", como el alfa beta miloide (relacionado con el Alzheimer), y la alfa-sinucleína (asociada a Párkinson), cuya acumulación se cree que lleva al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, y que durante el sueño nocturno se aclaran gracias al sistema glinfático.
Dormir también facilita la capacidad memorística del cerebro. Es por ello que dicen que es bueno dormir largo y tendido antes de un examen, ya que ayuda a tener la mente a punto para enfrentarnos al test. Pero también ayuda en la carga emocional negativa, ya que permite que algún hecho traumático que hayamos vivido se suavice durante las ensoñaciones.
Viendo todos estos factores y sabiendo que el cambio de hora afecta a nuestro sueño, es fácil entender la relación directa que tiene sobre nuestra salud.
CONSEJOS PARA ADAPTARSE MEJOR AL HORARIO DE INVIERNO
Un consejo sencillo es prepararnos antes de tiempo para este cambio. Es decir, empezar desde el viernes a dormir y comer a la hora que tocará tras el nuevo cambio. También es recomendable sacar el máximo partido a la tarde, haciendo ejercicio o aumentando nuestra exposición a la luz natural para así adaptarnos mejor a que se haga de noche tan pronto.
Por último, también es aconsejable dormir en oscuridad total entre 7 y 8 horas. Hay que tener en cuenta que millones de personas pasan el día delante de una pantalla, y en esos momentos es recomendable tener una buena exposición a la luz solar, mientras que por la noche es más recomendable que la luz se vaya atenuando para que nuestro cerebro comience a entender que es la hora de dormir.
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