Hizo que su hija rechazara la quimioterapia y acabó muriendo: investigan a una madre antivacunas
Los hermanos de la joven culpan a su madre, Kate Shemirani, de influir en la decisión que costó la vida a Paloma, de 23 años, y denuncian el peligro de las teorías conspirativas sobre el cáncer
Una de las figuras más conocidas del movimiento conspiracionista en redes sociales, Kate Shemirani, se encuentra en el centro de una investigación judicial en el Reino Unido por la muerte de su hija Paloma, de 23 años, quien rechazó un tratamiento de quimioterapia y falleció el pasado julio por complicaciones derivadas de un linfoma no Hodgkin sin tratar.
Según medios como la BBC, Cambridgeshire Live y Sky News, Paloma sufrió un infarto cinco días antes de morir. Los médicos afirman que el gran tumor que crecía en su pecho obstruía sus vías respiratorias y pudo haber provocado el colapso. La joven había optado por “terapias alternativas” como dietas y jugos, en lugar del tratamiento médico que, según los doctores, le habría dado un 80% de posibilidades de supervivencia.
Sus hermanos, Gabriel y Sebastián, han señalado directamente a su madre como responsable moral de la tragedia, alegando que sus opiniones extremas sobre la quimioterapia asustaron a Paloma y la convencieron para rechazarla. “Mi hermana falleció como consecuencia directa de las acciones y creencias de mi madre”, declaró Gabriel a la BBC.
Mensajes obtenidos por el medio británico muestran cómo Kate pidió explícitamente al novio de Paloma que la convenciera para no firmar el consentimiento del tratamiento, llegando a ponerla en contacto con un promotor de terapias alternativas que aseguraba que los médicos “exageraban” la efectividad de la quimioterapia.
Kate, ex enfermera despedida por difundir desinformación sobre la COVID-19, se ha defendido alegando que su hija era mayor de edad y que la decisión final fue suya. Sin embargo, la investigación ha revelado interrupciones continuas por parte de Kate a los socorristas el día del colapso de Paloma, lo que generó tensión con el personal de emergencias.
El proceso judicial continúa esta semana, en medio de un intenso debate público sobre los peligros reales de la desinformación médica y las teorías conspirativas aplicadas a enfermedades graves como el cáncer.
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