La gran confidente de la familia del expresident Jordi Pujol abandonará Catalunya en febrero por el acoso que sufre
Victoria Álvarez mantuvo una relación sentimental con uno de los hijos de Pujol, Oriol
Fue en 2013 cuando el nombre de Victoria Álvarez empezó a correr de boca en boca. La ex del primogénito del clan Pujol, Oriol Pujol Ferrusola, desveló con pelos y señales en prácticamente todos los medios de comunicación los tejemanejes de la familia del Molt Honorable.
A raíz de sus declaraciones, se descubrió un imperio oculto en paraísos fiscales y se hizo público que los miembros de la familia Pujol tenían una red de empresas en Andorra, México, Argentina e incluso en la Gran Bretaña. Movían maletas con billetes de 500 euros y operaban con millones y millones de euros por un cúmulo de paraísos fiscales mientras la matriarca, Marta Ferrusola, aseguraba en el Parlament que "no tenim ni cinc".
Tras la declaración de Álvarez, llegó la confesión de la familia, la investigación judicial y un acoso permanente contra la denunciante. Así, el próximo 2 de febrero, Álvarez abandonará Catalunya antes de que comience de nuevo el juicio a los Pujol, previsto para este 2024, y en el que cree que tratarán de desacreditarla ante la opinión pública por haber tenido la osadía de enfrentarse al mayor poder fáctico de Catalunya. Sus versiones de los hechos, que no han variado, fueron confirmadas por las investigaciones posteriores y jamás la pillaron en un renuncio.
Cuando trascendió que había declarado en la Audiencia Nacional, todo lo que sabía de los Pujol comenzó el acoso contra esta denunciante de corrupción. En los foros independentistas le dedicaron todo tipo de epítetos (algunos de ellos, imposibles de publicar), cuando ella era solo una empresaria emprendedora.
Se la ha tachado de amante, de querida, de ser la otra de Jordi Pujol Ferrusola cuando fue novia durante 4 años, puesto que el primogénito de los Pujol estaba ya separado de su esposa oficial. El independentismo trató de hundir la reputación de Álvarez, que recibió amenazas (más o menos veladas), insultos, provocaciones, linchamientos mediáticos y situaciones muy desagradables.
Victoria Álvarez: auge y caída de la gran confidente del 'clan Pujol'
Pese a pedir ayuda a todos los responsables de los partidos políticos el acoso a su persona sigue. Por su casa siguen pasando ciclistas que se paran, la insultan y siguen su marcha. Pero lo peor fue el aislamiento empresarial al que la abocaron. De hecho, incluso un banco llegó a negarse a abrirle una cuenta corriente por el mero hecho de ir a su nombre.
Debido a este ostracismo social pasó épocas muy duras de escuchas telefónicas y seguimientos personales. Álvarez ha conseguido vender su casa y se irá, según dice, "con mucha tristeza".
"Ver a gente que apoya a grupos de delincuentes y hunden en la miseria a los que plantan cara al delito no es agradable. Aquí han condenado ya a la persona que les ha abierto los ojos. Por eso, he decidido irme lo suficientemente lejos como para que las cuestiones de Catalunya no me influyan en el día a día", apunta.
Escribe tu comentario