Más de 300 niños entran cada día al sistema educativo catalán fuera del periodo de matrícula
El incremento de “matrícula viva” alcanza los 74.328 alumnos en ocho meses y plantea un gran reto para la planificación educativa de Catalunya
La consellera d’Educació i Formació Professional de la Generalitat de Catalunya, Esther Niubó, ha alertado este lunes sobre un dato que refleja un importante reto para el sistema educativo de la comunidad: durante los primeros ocho meses del curso 2024-2025 han ingresado 74.328 alumnos al sistema fuera del periodo ordinario de matrícula, lo que supone una media de 9.291 estudiantes al mes, o lo que es lo mismo, 310 niños y jóvenes cada día.
Este fenómeno, conocido como “matrícula viva”, implica que un gran número de estudiantes se integran en centros escolares cuando el curso ya ha comenzado, generando una gran complejidad para los equipos docentes y la organización escolar. En su comparecencia ante la Comisión de Educación y Formación Profesional del Parlament de Catalunya, Niubó ha destacado que esta realidad es uno de los factores que condicionan la planificación educativa.
La consellera ha recordado que el Departament está trabajando en una planificación educativa con una visión a medio y largo plazo, con un horizonte de entre 5 y 10 años. “Necesitamos dotar de estabilidad al sistema y afrontar retos como la llegada de alumnado nuevo y la bajada de natalidad”, ha subrayado Niubó. Para ello, ha apelado a la colaboración conjunta entre ayuntamientos, comunidad educativa, entidades y los partidos políticos presentes en el Parlament.
Además, Niubó ha anunciado que para el próximo curso no se prevé el cierre de ningún centro público y se espera un incremento de grupos escolares públicos, a la vez que se reduce la oferta concertada, siguiendo criterios de equidad y cohesión social.
Tres líneas de trabajo prioritarias
Dentro de esta planificación más amplia, la consellera ha destacado tres líneas de trabajo prioritarias: la ampliación, actualización y mejora de la oferta de Formación Profesional; la universalización de la educación infantil de primer ciclo (0-3 años), para la que ya se están sentando las bases de una ley; y la modernización del parque de equipamientos educativos públicos.
Este significativo incremento de alumnos que entran fuera de plazo obliga a repensar y organizar el sistema educativo catalán para garantizar que estos niños y jóvenes puedan integrarse con las mejores condiciones, evitando que la “matrícula viva” suponga una dificultad añadida para su aprendizaje y desarrollo. La Generalitat apuesta por una estrategia sostenible y consensuada para asegurar la estabilidad y calidad del sistema a largo plazo.
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