Mujeres, niños y trabajadores precarios: estos son los olvidados de la crisis climática

El Palau Macaya de Barcelona ha acogido la presentación del informe ¿Quién paga los costes? Abordando las desigualdades del cambio y la gestión climática, elaborado conjuntamente por la Fundació La Caixa y la UNESCO

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Montaje hecho con Canva Pro usando una foto de la Unión Europea

 

El cambio climático no únicamente tiene un impacto en el clima, con una subida de las temperaturas que se nota en todo el mundo. También genera desigualdades, castigando, de forma particularmente cruel, a los segmentos más vulnerables de la población. ¿Hay remedio? La respuesta, por suerte, es afirmativa, y así lo refleja un informe hecho conjuntamente entre la Fundació La Caixa y la UNESCO, que se ha presentado en el Palau Macaya de Barcelona.

¿Quién paga los costes? Abordando las desigualdades del cambio y la gestión climática es el documento que arroja luz sobre esta lacra, al tiempo que propone acciones que integren la equidad, la justicia social y los derechos humanos en las políticas climáticas. Para los responsables del informe, es la única manera de garantizar "una transición justa e inclusiva".

Y es que las conclusiones del estudio no pueden ser más claras: mujeres, niños, trabajadores en situación irregular y poblados indígenas son los colectivos más afectados. Pero hay más. Cerca de 1.400 millones de mujeres (lo que representaría el 35% de la población femenina mundial en la actualidad) se verían directamente afectadas por estas desigualdades entre 2040 y 2060.

"El cambio climático es una emergencia para todos", ha asegurado en la intervención de bienvenida Mònica Badia, responsable de Alianzas Estratégicas Internacionales del Palau Macaya. "Debemos trabajar para poder tener un futuro más justo y sostenible".

Por su parte, Gustavo Merino, director de Políticas Sociales de UNESCO, ha dicho que es necesario "complementar las políticas climáticas con políticas sociales". Merino apunta que el informe da continuidad a un trabajo anterior, Sociedades inclusivas y resilientes. Se publicó tras la pandemia.

"El mensaje es sencillo: la transición justa no sólo tiene que centrarse en reducir las emisiones, sino en garantizar la justicia y la igualdad", ha dicho, asegurando que se debe incidir en "soluciones inclusivas". Ha asegurado que el trabajo se ha hecho a partir de dos índices: el de exposición al cambio climático y el de vulnerabilidad social.

"El 45% de la población mundial ya vive en lugares de riesgo, y este tanto por ciento crecerá si no actuamos pronto", ha advertido Merino, diciendo que el informe es "una invitación a que se den la mano la ciencia y las políticas sociales".

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Merino, Badia y Lacy. Foto: CatalunyaPress

El exdirector de Medio Ambiente de OCDE, Rodolfo Lacy, principal autor del informe, parte de una premisa muy sencilla. "En las naciones y comunidades vulnerables, el cambio climático  los eventos meteorológicos extremos desencadenan migraciones que pueden terminar comportando crisis humanitarias. Social y económicamente hablando, sufren mucho más", ha dicho, apuntando también a posibilidades como conflictos bélicos como desencadenantes de grandes movimientos forzosos de población.

"Si no hacemos una redirección, una política de atención a los más vulnerables, no los podremos ayudar en unas condiciones cada vez más dramáticas", ha asegurado, recordando los casos recientes de Siria e Irán.

Pero... ¿por qué afecta particularmente a las mujeres? "Porque muchas veces, en estos contextos más vulnerables, los hombres pueden migrar y son las mujeres quienes se quedan a cargo de las familias, las niñas dejan de asistir a clase... la violencia de género se exacerba", analiza Lacy.

Lacy, sin embargo, asegura que "hay tecnologías para mitigar las consecuencias de los gases de efecto invernadero".


Trabajar en condiciones adversas

Del mismo modo, el informe apunta que 765 millones de personas vivirán y trabajarán en lugares expuestos a extremos climáticos en condiciones de vulnerabilidad térmica. "En el lugar de donde yo soy, en México, las temperaturas máximas llegan a ser de 53 grados", ha confesado.

Por lo tanto, el documento asegura, en sus conclusiones, que es imperativo "lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), abordar los impactos distribucionales de las políticas climáticas, priorizar adaptación y resiliencia y acelerar la implantación masiva de tecnologías limpias y de cero emisiones".


El caso de España

Preguntado por España, Lacy ha asegurado que las comunidades situadas geográficamente más al sur están en riesgo de ser "como el norte de África", aunque el norte tampoco se libraría. "Hemos visto incendios en Portugal, por lo que los territorios situados más al norte no están a salvo, ha apuntado.

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Un momento de la presentación del informe. Foto: CatalunyaPress

Del mismo modo, ha recordado el reciente y doloroso caso de la DANA de Valencia. "Ocurrirá más, como las olas de calor, que ya han sufrido, también por una sequía prolongada", ha dicho... diciendo que esto llegará "antes de 2050".

El experto ha compartido una anécdota, diciendo que, aprovechando su paso por Barcelona, vio en una librería un libro sobre las nevadas en Barcelona. "¿Cuándo fue la última vez que pasó?". "En marzo de 2013", le ha respondido Badia. "Pues esto será cada vez más raro. Para ustedes, puede ser un evento meteorológico extremo", ha asegurado.


¿Se pueden aplicar las conclusiones?

Lacy ha respondido también sobre el giro conservador en algunos sectores y estados. "Algunos de ellos, como la industria petrolera, muy vinculada a la automovilística, son reacios al cambio. Pero también lo pueden ser la militar y la de salud. Por lo tanto, si los estados con mayores recursos no apoyan estas políticas, su implantación, que sean una realidad, serán más lentas", ha reflexionado.

"Casi todas las economías del planeta tomas decisiones racionales, pero nosotros hablamos de decisiones de carácter moral. La riqueza, el bienestar, no pueden estar supeditadas a sacrificar otros aspectos. Hay que tener mirada largoplacista, lo empezamos a hablar en 1992, y en la actualidad nuestro horizonte ya es 2050. A partir de entonces, es incierto lo que pasará, pero hay indicadores que señalan que puede haber puntos de no retorno", ha apuntado Lacy.

"Se debe generalizar la discusión, aportar datos y no dejar nada a la deriva; no atender a los más vulnerables significa que habrá más migraciones. Y Estados Unidos es uno de los países que más recibirán", ha dicho con una gran sonrisa en la cara.

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