Adiós a las llamadas comerciales desde móviles: España estrena nuevas medidas contra el fraude telefónico

Este sábado 7 de junio, se pone en marcha en España una prohibición histórica: las llamadas comerciales desde números móviles ya no estarán permitidas. La medida forma parte de un plan estratégico del Gobierno cuyo objetivo principal es combatir las estafas telefónicas y los fraudes a través de SMS.

Esta decisión se recoge en la Orden Ministerial TDF/149/2025, publicada el pasado 15 de febrero por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Desde entonces, las empresas han contado con un periodo de adaptación para ajustarse a los nuevos requisitos.

Contra los fraudes y suplantaciones de identidad

La prohibición responde a la creciente preocupación por el uso fraudulento de números móviles por parte de ciberdelincuentes, que los emplean para suplantar la identidad de empresas o instituciones con el objetivo de obtener información sensible, como datos bancarios.

Al eliminar el uso de la numeración móvil para fines comerciales, se busca dificultar estas prácticas ilegales, que cada vez son más sofisticadas y que pueden poner en riesgo la seguridad de miles de ciudadanos.

Nuevas funcionalidades para los números 800 y 900

Otra medida destacada del plan es la habilitación de los números gratuitos 800 y 900 para realizar llamadas salientes, algo que hasta ahora no era posible. Estos números, conocidos por no tener coste para el usuario, pasan a ser una herramienta útil también para la emisión de comunicaciones verificadas y seguras por parte de empresas y administraciones.

Desde la aplicación inicial de esta medida, el Ministerio informa que se están bloqueando cada día una media de 235.600 llamadas sospechosas y más de 10.000 SMS, lo que equivale a más de 14 millones de llamadas y 800.000 mensajes bloqueados en tan solo dos meses.

Bloqueo de llamadas internacionales con suplantación de identidad

El 7 de junio también marca el inicio de otra acción crucial: los operadores deberán bloquear las llamadas y SMS de origen internacional que aparenten proceder de números españoles. Esta norma tiene como excepción los casos en los que los clientes estén en roaming, es decir, utilizando su línea móvil desde el extranjero de forma legítima.

Esta táctica es común en estafas que buscan generar confianza simulando números locales, y con esta medida se espera reducir significativamente su impacto.

Una base de datos para verificar remitentes en SMS

Por último, y de cara al futuro, el Gobierno ha previsto la creación de una base de datos oficial que recoja los códigos alfanuméricos usados por empresas y entidades públicas como identificadores en los SMS.

Aunque esta medida requerirá 15 meses de desarrollo técnico, será fundamental para verificar la autenticidad de los mensajes, proteger a las entidades legítimas y detectar intentos de suplantación de identidad con mayor eficacia. Su gestión estará en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Hacia una comunicación más segura

Con estas acciones, el Gobierno refuerza su compromiso con la seguridad digital y la protección de los consumidores frente a un problema que afecta diariamente a miles de personas. La colaboración entre instituciones, operadoras y ciudadanía será clave para garantizar que nuestras comunicaciones sean cada vez más seguras, transparentes y confiables.

Estas medidas representan un paso importante en la lucha contra el fraude digital, adaptándose a los nuevos tiempos y a las tácticas de quienes intentan aprovecharse de la confianza de los usuarios.