Más estrictos procedimientos de investigación para posibles colaboradores, empleados y estudiantes con vínculos a países que los servicios de inteligencia daneses consideran de alto riesgo para el espionaje. La medida busca contrarrestar las crecientes amenazas de espionaje dirigidas a entornos de investigación occidentales.
Enfoque en China, Rusia e Irán
El nuevo proceso de selección se centra en China, Rusia e Irán, naciones que el Servicio Danés de Inteligencia y Seguridad (PET) clasifica como de alto riesgo. Según el vicerrector de investigación y seguridad de la información de la universidad, Kim Brinckmann, los candidatos de estos países serán sometidos a un escrutinio más riguroso antes de ser admitidos en programas de estudio o investigación. Las colaboraciones con investigadores de universidades en estos países también serán evaluadas. La decisión refleja una preocupación más amplia en Dinamarca por la seguridad de tecnologías estratégicamente importantes, como la inteligencia artificial, la tecnología cuántica, los semiconductores y la tecnología espacial. Esta política sigue una directriz del Ministerio de Educación Superior y Ciencia de 2020, cuyo objetivo es evitar que las universidades danesas ayuden a "estados autocráticos" a desarrollar sus capacidades en "áreas sensibles".
Precedentes y alcance de la medida
La Universidad de Copenhague no es la primera en tomar estas medidas. El año pasado, la Universidad de Aarhus prohibió a sus investigadores colaborar con tres universidades iraníes, argumentando que Irán, China y Rusia han sido "particularmente agresivos en sus intentos de obtener acceso ilícito" a la investigación danesa. Las nuevas reglas se aplicarán en toda la universidad, pero se espera que tengan un mayor impacto en las ciencias naturales y las ciencias de la salud. Para los proyectos de investigación considerados "críticos" —como los relacionados con la lista de tecnologías sensibles de la Comisión Europea— se realizará una evaluación de riesgo antes de iniciar cualquier colaboración o contratar a personas de los tres países de alto riesgo. El vicerrector Brinckmann enfatizó que, si bien estos procedimientos no resuelven todos los problemas, envían una "señal importante" sobre un cambio de enfoque en la colaboración internacional. El objetivo es ser "más cerrados y seguros en algunas áreas para que la universidad pueda seguir siendo abierta y acogedora en todas las demás".
Escribe tu comentario