Gérard Depardieu será juzgado por presunta violación a Charlotte Arnould

La justicia francesa ha ordenado abrir juicio contra el actor Gérard Depardieu, de 76 años, por presuntos delitos de violación y agresión sexual cometidos contra la actriz Charlotte Arnould en agosto de 2018. La decisión, confirmada por fuentes próximas al caso a la agencia AFP, convierte al intérprete en la figura de mayor perfil en Francia en afrontar cargos de violencia sexual desde el auge del movimiento #MeToo.

La jueza de instrucción considera que existen indicios suficientes para juzgar al actor por dos agresiones sexuales y violaciones mediante penetración digital, ocurridas en su domicilio parisino el 7 y el 13 de agosto de 2018. La denunciante, que reveló su identidad en 2021 tras años de silencio, celebró la decisión judicial como “un alivio” tras “siete años de horror e infierno”.

Depardieu, conocido por su papel en Cyrano de Bergerac y más de 200 producciones cinematográficas, ha negado las acusaciones y sostiene que se trató de una relación consentida. “Nunca jamás abusé de una mujer”, afirmó en una carta abierta publicada en Le Figaro en octubre de 2023. Su abogado, Jérémie Assous, ha anunciado que recurrirá la orden judicial, alegando que no se han respetado adecuadamente los derechos de la defensa.

La jueza, sin embargo, ha considerado que las declaraciones de Arnould fueron “claras y precisas” y que están respaldadas por imágenes de las cámaras de seguridad del domicilio del actor. En cambio, las versiones ofrecidas por Depardieu han sido calificadas como “inconsistentes”. Según los documentos judiciales, el actor habría actuado “con pleno conocimiento de la falta de consentimiento” y se habría “aprovechado de la vulnerabilidad” de la joven.

Este nuevo proceso se suma a otra condena dictada en mayo de este año, cuando Depardieu fue sentenciado a 18 meses de prisión condicional por agresiones sexuales a dos mujeres durante el rodaje del film Les Volets verts en 2021. El actor también ha recurrido esa sentencia.

El caso de Charlotte Arnould, inicialmente archivado, fue reabierto en 2020 tras la insistencia de la denunciante y ha sido considerado emblemático en el contexto de la lucha contra los abusos en la industria cultural francesa.