El Aquarium de Barcelona cumple 30 años y lo hace por todo lo alto, con una renovación que lo ha transformado de un simple espacio de exhibición a una experiencia inmersiva y educativa de primer nivel.
Una Odisea submarina
Lejos de ser un simple museo acuático, el Acuario se erige como un faro de la conservación marina, un espacio donde el asombro se combina con la concienciación. Maria José Peretó ,Directora de l'Aquarium Barcelona, destaca que que lo largo de sus 30 años, el Aquarium ha sido testigo del paso de millones de personas, una cifra que demuestra su inmensa popularidad.
Como señala la gerente, el objetivo no es solo mantener este volumen de visitantes, sino redefinir la experiencia. La ambición es "seguir creciendo, pero sobre todo explicándolo mejor, con las nuevas tecnologías y acercando a la gente la necesidad de cuidar nuestros mares y nuestras especies."
El asombro de las nuevas salas inmersivas
Las salas inmersivas son, sin duda, la joya de la corona de esta renovación. Al entrar en ellas, uno tiene la sensación de sumergirse de verdad en el océano. Proyecciones en 360 grados, sonidos envolventes y una iluminación cuidadosamente diseñada crean un ambiente mágico que transporta al visitante a las profundidades marinas.
Es un portal al océano
La sensación de estar rodeado de bancos de peces, de observar el movimiento majestuoso de una tortuga marina o de contemplar la danza silenciosa de una medusa es indescriptible. Durante nuestro recorrido, tuvimos la oportunidad de grabar algunos de los momentos más memorables.
Desde el imponente túnel de tiburones, donde estos depredadores se deslizan por encima de nuestras cabezas, hasta los coloridos arrecifes de coral rebosantes de vida, cada rincón del Acuario es una sorpresa.
También nos impresionó el cuidado y el respeto con el que tratan a los animales, y la pasión con la que los biólogos marinos explican las particularidades de cada especie.
El llamado a la acción
El Acuario de Barcelona no quiere ser solo un lugar para el entretenimiento, sino también un agente de cambio.
Su mensaje es claro: no solo se trata de conocer, sino de pensar en nuestro planeta. "Enseñan a los más pequeños desde una edad temprana a cuidar de nuestros mares y océanos. Hablan del problema de la contaminación, el impacto del cambio climático y la amenaza de los plásticos.
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