Vídeo | València exige justicia un año después de la dana: la dimisión de Mazón y responsabilidades políticas
Centenares de personas han recorrido el centro de València para exigir responsabilidad política tras la dana del 29 de octubre de 2024. Las asociaciones de víctimas han pedido memoria, verdad y que el presidente de la Generalitat abandone el cargo.
A un año de la devastadora dana que arrasó València, la ciudad vuelve a convertirse en epicentro de la memoria, la indignación y la reivindicación ciudadana. Familias, vecinos y colectivos sociales han tomado las calles para exigir justicia y rendición de cuentas ante la negligencia percibida en la gestión de la emergencia. Tal como muchos vecinos expresan en diferentes plataformas y redes, la movilización de este sábado se presenta como un acto colectivo de duelo, resistencia y exigencia de transparencia política, recordando que las heridas de octubre aún permanecen abiertas y que la sociedad civil sigue vigilante.
La manifestación: un río humano de memoria y protesta
La duodécima marcha en recuerdo de la dana ha recorrido las arterias principales del centro de València con un ambiente cargado de emoción, dolor y determinación. La cabecera, encabezada por tractores y la tradicional muixeranga, ha mostrado el lema central: “Mazón dimisión”. Detrás, una gran pancarta expresaba: “I ara totes alcem la veu. Per qui ja no pot alçar-la”, palabras de Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación Víctimas Mortales de la Dana 29O: “Alzar la voz por los que ya no pueden alzarla”.
Los asistentes han mostrado carteles con mensajes contundentes: “Mazón culpable, Feijóo miserable”, “Visca València lliure de fang i d’eixos merdes” y “No teniu cor ni paraula”. Se han exhibido muñecos de Mazón y de la vicepresidenta Susana Camarero con las manos manchadas de sangre, fotografías de familiares fallecidos y camisetas que señalaban la hora exacta de la alerta: “20:11 ni oblit ni perdó”. Otros carteles expresaban indignación y frustración acumulada: “La vostra incompetència acaba amb les nostres vides” y “Mazón vas a llorar lágrimas de barro”.
Reclamando justicia y responsabilidades políticas
Mariló Gradolí, presidenta de la Asociación Víctimas de la Dana, ha abierto la movilización recordando la falta de respuestas por parte del presidente de la Generalitat: “Un año después, continuamos sin saber qué estaba haciendo Carlos Mazón aquel día y seguimos reclamando verdad por todas las víctimas”.
Gradolí ha subrayado que la justicia no solo depende de la vía judicial: “Necesitamos saber esa verdad; necesitamos justicia que llegará por la jueza, pero también necesitamos esa justicia que sea política y social. Por eso estamos aquí, para reclamar esa verdad, esa justicia y esa memoria para las víctimas que aún no pueden descansar en paz”.
La dirigente ha enfatizado la necesidad de responsabilidad política: “Es el momento de la reivindicación; la memoria también es reivindicación y la reivindicación también es memoria”.
Rosa Álvarez ha insistido en que la ciudadanía debe tener un papel activo en la vigilancia política: “No reconocemos ni legitimamos a Mazón como presidente de la Generalitat porque el día 29 no estuvo donde por cargo le correspondía”. Además, ha exigido que el presidente cumpla “tantos años como vidas ha segado”, señalando la responsabilidad directa en la ausencia de acompañamiento a las familias para iniciar el duelo: “Somos familiares, como mínimo, de una persona que ha fallecido por su negligencia y por no estar en su sitio”.
Testimonios directos: el dolor y la indignación de las familias
Toñi García, que perdió a su marido Miguel y a su hija Sara durante la dana, ha compartido la voz de quienes aún viven con el vacío dejado por la tragedia: “Reivindicamos la dimisión de Mazón por su negligencia e incompetencia en su gestión”.
García ha denunciado la actitud del presidente durante la emergencia: “Toda Europa y toda España sabe que es inaceptable e inasumible que un presidente de la Generalitat siga en su puesto cuando más del 80 % de su pueblo valenciano no lo quiere”. Además, ha criticado que mientras la ciudad se encontraba en riesgo, Mazón estaba “con una alerta roja comiendo en un restaurante de lujo con una periodista y acudió al Cecopi tarde”. También ha subrayado que la alarma “llegó tarde y mal redactada”, dejando en evidencia las carencias en la gestión de la emergencia.
Contexto histórico y social: un año de demandas pendientes
Hace un año, la dana dejó un saldo de 229 víctimas mortales y cientos de afectados. Las asociaciones de víctimas han denunciado sistemáticamente la falta de transparencia y la ausencia de rendición de cuentas. La movilización de este sábado se produce en un contexto en que la ciudadanía exige informes claros sobre los protocolos de alerta, la actuación de los servicios de emergencia y la implicación de los responsables políticos.
Para las familias, la manifestación no solo es un acto de recuerdo, sino también un medio para mantener la presión sobre el gobierno autonómico y recordar que la tragedia dejó consecuencias duraderas: pérdida de seres queridos, trauma psicológico y desconfianza institucional.
Recorrido y participación masiva: un mensaje claro de la sociedad civil
La marcha, organizada por más de 200 entidades cívicas, sociales y sindicales de la Comunitat Valenciana, junto a asociaciones de víctimas de la dana, comités locales de emergencia y reconstrucción (CLER) y el Acord Social Valencià, ha partido de la plaza de San Agustín y ha recorrido calles emblemáticas como Xàtiva, Colón, Palau de Justícia, Alfons el Magnànim, la Paz, plaza de la Reina, Brodadors y Micalet, finalizando en la plaza de la Virgen.
Familias, vecinos y ciudadanos de todas las edades han mantenido una actitud firme y emotiva, convirtiendo la marcha en un potente símbolo de memoria, resistencia y exigencia de justicia. La movilización ha reafirmado que la tragedia de la dana sigue viva en la conciencia colectiva y que la sociedad valenciana seguirá vigilante hasta que se esclarezcan responsabilidades y se implemente justicia efectiva.
Impacto y repercusión mediática
Los medios nacionales e internacionales han recogido la movilización, destacando la fuerza simbólica de la ciudadanía un año después de la tragedia. Expertos en gestión de emergencias y derechos humanos han comentado la importancia de mantener la presión pública para garantizar que casos como el de la dana no se repitan y que las administraciones actúen con transparencia y responsabilidad.
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